El inspector jefe del estado norteño de Uttar Pradesh y 29 funcionarios que estaban presentes en el momento del informe han sido destituidos de sus cargos. Otras cuatro personas y la tía de la víctima han sido detenidas.
La niña pertenece a la comunidad dalit, un grupo en la base de la sociedad india que sigue siendo marginado y abusado por las castas superiores y enfrentado a la indiferencia de la policía.
India ha estado bajo un mayor escrutinio internacional sobre la violencia sexual después de una violación grupal fatal de una estudiante en un autobús en 2012. A pesar de esto, la tasa de criminalidad sigue siendo alta: según los últimos datos, todavía se denuncian unas 28.000 violaciones cada año, posiblemente solo la punta del iceberg.