Nieuw-Weerdinge espera la paz mediante la ley de dispersión: “Prisioneros en nuestro propio pueblo”

Nieuw-Weerdinge espera con cautela un período de paz ahora que el Senado aprobó la ley de dispersión. La ley garantiza que los solicitantes de asilo estén mejor distribuidos en los 342 municipios holandeses. Los municipios pueden incluso verse obligados a recibir a solicitantes de asilo. La ley de dispersión se ve como una posible solución a las molestias en la región, como en Ter Apel o Nieuw-Weerdinge.

El presidente del pueblo de Nieuw-Weerdinge, Wim Katoen, tiene poca confianza en el gobierno central, pero espera que la ley proporcione alivio a su pueblo. “El gabinete es saliente, pero la pregunta, por supuesto, es: ¿qué hará el nuevo gabinete?”, dice Katoen. Aunque el presidente está en contra de la coerción, cree que todo el país está defraudando a Ter Apel. “La ley de distribución puede cambiar eso”.

En Nieuw-Weerdinge hay sentimientos encontrados tras la aprobación de la ley de dispersión. “Hay gente a favor y gente en contra, siempre es así”, afirma Katoen. Pero según el presidente del pueblo, lo más importante es que la paz regrese al pueblo. “Que hay un centro para solicitantes de asilo en Ter Apel, por así decirlo. Pero tenemos que deshacernos de estas molestias”.

Actualmente, Nieuw-Weerdinge cuenta con guardias de seguridad en el pueblo casi las 24 horas del día. “Eres casi un prisionero en tu propio pueblo, el miedo debe desaparecer aquí”, dice Katoen. Según Katoen, los solicitantes de asilo que pasean por Nieuw-Weerdinge están drogados y drogados: “Tenemos la idea de que la adicción de estos jóvenes es cada vez mayor. Si sus pupilas son tan grandes como sus ojos, entonces agresivo y tirado en la calle en algún lugar con una manta, entonces algo anda mal”.

El algodón sigue siendo escéptico, porque la ley de distribución no provocará cambios inmediatos. “Creo que llegaremos hasta 2024, a la velocidad que normalmente muestra el gobierno. Espero que sea más rápido, por supuesto, porque hay que tomar medidas en el corto plazo”. El presidente de la aldea todavía no puede considerar que esto sea una carga que se le quita de encima. “Aún no he llegado tan lejos, primero ver y luego creer. La esperanza está ahí. Hacia tiempos mejores con la ley de distribución, ese es el enfoque que mantenemos”.



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