Nico Hülkenberg "no insatisfecho"

Nico Hülkenberg habría necesitado poco más de dos décimas de segundo para pasar a la Q3 en la clasificación de Fórmula 1 para el Gran Premio de Italia de 2023 en Monza. Entonces, ¿el puesto 13 es una decepción para el único alemán en la competencia? El propio Hülkenberg afirmó que “no estaba del todo satisfecho, pero tampoco insatisfecho” con su actuación.

Por un lado, el puesto 13 es un “resultado realista” para Haas con el VF-23 en Monza y, por otro lado, Hülkenberg aumentó su ventaja a 11:3 contra su compañero Kevin Magnussen en el duelo de clasificación. Y mientras Hülkenberg al menos podía soñar con la Q3, Magnussen ya había terminado después de la Q1.

“Stroll le arruinó la última vuelta”, dice algo arrepentido el jefe del equipo Haas, Günther Steiner. Magnussen, por otro lado, atribuye su rendimiento principalmente a los neumáticos duros Pirelli estándar que eran obligatorios en la Q1. “Con eso no tenemos el mismo equilibrio que con los neumáticos blandos y con el blando nos vemos bastante decentes para un fin de semana con el mapeo de neumáticos alternativo”, dice.

Por qué Magnussen fue sólo penúltimo

Pero Stroll también fue un factor en la fase final de la Q1, porque lo adelantó en la vuelta de calentamiento: “Me quedé sin tiempo con el tiempo máximo”, admite Magnussen. En otras palabras: no pudo dudar en los últimos metros antes del inicio de su última vuelta rápida, sino que tuvo que acelerar a fondo.

“Para no recibir una penalización, conduje lo más cerca posible de Stroll. No tenía otra opción”. Pero la vuelta no fue ideal.

En cifras: Irónicamente, Magnussen con 1:22.592 minutos sólo superó a Stroll, que terminó último en la clasificación. Hulkenberg logró 1:22.343 minutos en la Q1 y avanzó una vuelta por 0.047 segundos. Pero también fue el final de la carrera para el segundo piloto de Haas.

Hulkenberg no fue perfecto en la Q2

Hulkenberg considera su avance con Hard una “sorpresa positiva”. El hecho de que “de alguna manera no consiguió un rebufo” porque era el primer coche en la pista no ayudó. “Porque en Monza dependemos realmente de los rebufos, porque no somos particularmente rápidos en las rectas. En ese sentido, la Q2 fue una buena actuación”, dice Hulkenberg.

Desde su punto de vista, la segunda parte de la clasificación “no fue muy tranquila”, lo que también vio el jefe del equipo, Steiner: “Hubiera sido bueno entrar en la Q3 con un coche, y Nico estuvo cerca. Pero su última vuelta no fue “Son los mejores y en un campo tan reducido, cada detalle marca la diferencia. Así que no lo logramos”.

Hülkenberg reconoce “aún más potencial” en el coche que el 1:21.776 minutos, que al final le pesó. Pero este fin de semana fue “difícil” con el VF-23, subraya. Y: “Simplemente no tenemos tanto en la aljaba aquí”.

Lo que Haas calcula para la carrera

Por lo tanto, no sabe lo que eso significa para la carrera. Sin embargo, en general Haas “no tiene expectativas tan altas” para Monza, explica Hulkenberg. Esto también se debe a la tecnología: “Vuelvo a conducir con el antiguo alerón delantero porque no podía conducir con el nuevo. Falta un flap con el que podríamos equilibrar el paquete para lograr una menor carga aerodinámica. Es una pena y no “Es genial. Pero tenemos que lidiar con eso ahora”.

Mientras que Hülkenberg espera una carrera “difícil”, Magnussen todavía está desconcertado por su debilidad en la clasificación. “En realidad, estuve por delante de Nico durante largos tramos del fin de semana. He hecho algunos progresos con el coche”, dice. “Pero no logré el equilibrio con los neumáticos duros. Eso me provocó mucho subviraje. Pero tampoco es tan malo”.

Ahora le preocupa “ojalá algo más allá de la distancia del Gran Premio”. [zu] con los demás compuestos de neumáticos”, afirma Magnussen, “para que podamos estar en una mejor posición y progresar”.

Y el jefe del equipo, Steiner, considera para sí y para el equipo que la situación del tráfico en la Q1 requiere un poco más de atención: “Tenemos que ver cómo podemos hacerlo mejor sin recibir una penalización, pero aún con un buen rebufo. Al menos, sin tráfico de aterrizaje”, afirma Steiner.



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