Estados Unidos, con la ayuda de Europa, ha llevado a cabo un experimento en el que una nave espacial choca contra una roca espacial. La misión DART, que significa Prueba de redirección de doble asteroide, tiene como objetivo probar si es posible hacer estallar una roca espacial si es necesario. De esta forma se podrá salvar a la humanidad en el futuro de la destrucción y destrucción por el impacto de un asteroide.
DART es la primera prueba para ver si noquear una roca espacial funciona. La sonda fue lanzada desde California en noviembre pasado y golpeó la roca lunar Dimorphos, una luna de más de 160 metros que se encuentra a 11 millones de kilómetros de distancia, en la noche del lunes al martes a las 01:14 hora holandesa de la Tierra. Eso está bastante cerca, lo que hace que sea fácil llegar allí. Además, la roca es fácilmente visible desde la Tierra con telescopios.
El impacto está destinado a empujar a Dimorphos a una órbita ligeramente más corta alrededor de la roca, Didymos. Dimorphos es la luna de esta roca. A principios de este mes, el DART lanzó un satélite italiano, que debería rastrear el impacto directamente desde la primera fila. Los telescopios europeos también están observando desde la Tierra para seguir el curso de Dimorphos, y en 2024 el satélite europeo Hera debería ir a los asteroides para ver más de cerca lo que ha cambiado.
El experimento no representa ningún peligro para la Tierra, enfatizó con anticipación la agencia espacial estadounidense NASA. En cualquier caso, la humanidad está a salvo del peligro espacial por el momento. Miles de millones de asteroides y cometas giran alrededor del sol. Unas pocas decenas de miles de ellos algún día podrían representar una amenaza para la Tierra, pero no se acercarán a nosotros durante al menos los próximos 100 años.