Napoli se divierte, Osimhen más: trío cómodo ante Eintracht, Spalletti en cuartos

Vuelta de octavos de Champions: sin problemas tras el 2-0 de ida. Dos goles del nigeriano y penalti de Zielinski

por nuestro corresponsal Vincenzo D’Angelo

Reescribiendo la historia de los Azzurri, esta parece ser la misión de Luciano Spalletti en Nápoles. En Italia y en Europa. No hay dos sin tres. Y entonces, ¿los líderes tuvieron que traicionar a la Serie A? Imposible, también porque en el año de los récords de los azzurri no podía faltar la primera clasificación histórica para los cuartos de final de la Champions League del Napoli, que gracias a la doble ventaja obtenida en Frankfurt, liquidó al Eintracht (3-0) hasta en casa y entrar en el G8 de Europa, que ni siquiera en la época de Diego Maradona. Y lo hace impulsado por su imparable superhéroe, Victor Osimhen: otro doblete de la temporada (primero en la Champions), otra ovación, otra actuación monstruosa, otro material para que el Napoli vuele y su afición sueñe. Le toca a Italia celebrar: no ha llevado a tres equipos al top 8 de Europa desde 2005-06, una buena señal de esperanza para todo nuestro movimiento.

SIEMPRE VICTOR

Glasner había prometido un comienzo agresivo para su Eintracht. Y en cambio, a los 58 segundos fue el Napoli quien de inmediato se perdió la ventaja con un remate de Politano, que Trapp remató desde el córner. Napoli envía su mensaje: no hay relajación, el enfoque es correcto. Excepto que el Eintracht también es diferente del partido de ida: regates rápidos y constantes, con extremos y centrocampistas más emprendedores listos para atacar. El 4-2-3-1 de Maradona crea muchos más problemas al Napoli que el 3-4-3 de la ida y los azzurri luchan por medir la presión ofensiva. El primer tiempo transcurre rápido, con constantes sobresaltos. El cabezazo de Borré (15′) provoca un escalofrío en la espalda de los 50.000 jugadores de Maradona, luego Kvara y Trapp comienzan su desafío personal, con el portero alemán bueno bloqueando al georgiano en tres ocasiones. Y cuando el intervalo parece cercano, he aquí la hazaña que descorcha la contienda. Lobotka le inventa una magia lateral a Politano, un centro con beso en el que Osimhen toma el relevo, flota al área y luego mete a Trapp de cabezazo.

GRAN FIESTA

Y el segundo tiempo se abre como terminó el primero, bajo la bandera del atacante enmascarado. Todos participan en la acción de duplicación, con Napoli moviendo el balón de izquierda a derecha, Politano metiendo en el bolsillo para Di Lorenzo y Osi empujando hacia la red en una red vacía. Delirio en Maradona, que de repente se calla: Osimhen se queda en el suelo, no se regocija. La mano quedó debajo del cuerpo en el split ganador, pero nada grave. Pañales rápidos y luego gran fiesta, con Maradona gritando un liberador “Víctor Víctor”. En la fiesta también participa Zielinski (19′), que marca el penalti que él mismo había conseguido. En las gradas arranca el “ay mamá mamá mamá…” de la época de Maradona. “Vi un gran Napoli…” repite la afición. Difícil contradecirlos. Y si Italia después de más de 33 años parece cerca de ser conquistada, incluso en Europa este Nápoles no quiere poner límites. Ni dejar de soñar.



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