Napoli-Milan, por eso el balón del primer gol se puso en una vitrina

El episodio de Maradona se remonta a una iniciativa vinculada a las fichas de los fanáticos: los recuerdos se integrarán con un chip y luego se ofrecerán como premio para los fanáticos.

Algo similar ya se había visto en la Supercopa de Italia de enero en Arabia Saudí. Inmediatamente después del primer gol, el árbitro obtuvo el balón de los jugadores para sacarlo de la dinámica del partido y entregárselo a un representante en la línea de banda. El destino: una vitrina donde había permanecido cerrada y guardada hasta el triple pitido de aquel triunfal 3-0 del Inter sobre los primos rossoneri, en Riad. A Diego Armando Maradona, con los Azzurri en lugar de los Nerazzurri en el Napoli-Milán, se repitió el telón.

Por qué

De hecho, la motivación detrás de lo que se vio en los dos partidos es prácticamente la misma: las dos iniciativas son gemelas y ambas son atribuibles a la asociación que une el mundo de los tokens de fanáticos a varios clubes de la liga italiana y a la propia Lega Serie A. Así, como en el derbi invernal de Milán, los balones en cuestión, los de cada gol, pronto terminarán en manos de varios fanáticos en posesión de tokens digitales. Poco importa que sean canjeables en la app de la plataforma, que haya una subasta inversa para asignar uno o que el método siga siendo diferente, porque esa es la esencia. Tal y como sucedió en la Supercopa y como sucederá con los cinco partidos que quedan de la Coppa Italia, hay un total de 20 encuentros ligueros cuyas «bolas de gol» seguirán este camino. En el medio, solo la inserción de un chip con tecnología NFC que le permite revisar el objetivo relativo simplemente acercando su teléfono inteligente. El otro partido de este fin de semana que estuvo involucrado en la iniciativa del fan token fue Spezia-Salernitana en el fútbol del domingo por la tarde.



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