Napoli dura un rato, Osimhen no alcanza: 1-1 con Mallorca

El nigeriano abre de inicio con un penalti, pero en la segunda parte Raillo retoma el blues de Spalletti. Salida a un ritmo alto luego el ritmo baja, algunas grietas en la banda izquierda

Dura un rato contra el Mallorca, también contra el Adana, el Napoli de Spalletti pero crece en brillo mientras aguanta la pierna. Uno a uno con los goles de Osimhen en la salida de penalti (concedido por las manos de Copete en una falta lateral de Mario Rui) y de Raillo de cabeza tras un rechace en corto de Meret sobre la cornada del ex Lazio Muriqi .

ALTOS RITMOS

Se puede ver a simple vista que mientras el aliento no empieza a fallar, Napoli tiene cualidades superiores al rival y que en comparación con la prueba contra los turcos hasta las combinaciones son más fluidas. El debut de Kim le dio solidez a la defensa, justo lo que todos esperaban del coreano, pero también las tramas ofensivas funcionaron bien durante al menos media hora ya que Fabián, Lobotka y Zielinski en repetidas ocasiones pusieron en picada los mecanismos defensivos de los españoles logrando muchas veces aislar a Kvaratskhelia (siempre muy inspirado) y Lozano en el uno contra uno. Tras un arranque rápido, el Napoli mostró algunas pequeñas grietas en la banda izquierda (faltó Olivera por una migraña) pero en el conjunto se las arregló con serenidad y casi dobló con una “astucia” de Kvaratskhelia en un saque de banda rápidamente batido por Osimhen con el rival portero fuera de los postes de la portería después de patear el balón en las gradas.

Final con escalofríos

En la segunda parte, el habitual torbellino de cambios no deparó a Spalletti los mismos indicios positivos de los primeros 45′ (quién sabe que no es por eso que el técnico toscano quería otro ensayo mañana ante el Cep Castel di Sangro, equipo local). de Excelencia). El Mallorca empujó con más convicción, sobre todo por el carril de la izquierda y tras encontrar el mismo, también le dio escalofríos a la afición azzurri (presente hacia el 2000 en el Patini) en la final. La última emoción, sin embargo, la dio Politano cuando Forneau ya estaba listo para el triple pitido: en el taco de Anguissa, el exinterista disparó alto con la zurda desde una excelente posición. Da igual, al fin y al cabo es sólo fútbol en verano.



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