Nápoles, junio caluroso para el nuevo entrenador y para mantener a los grandes nombres: el italiano en la pole

De Laurentiis sigue confiado: «Pero el equipo es tan fuerte que cualquiera puede dirigirlo»

De nuestro corresponsal Vincenzo D’Angelo

La fiesta terminó. Al menos el oficial, al menos el de la empresa. Ayer el Napoli brindó por última vez por la hazaña, por un sorprendente pero extraordinariamente convincente Scudetto. Ganó Aurelio De Laurentiis, un presidente largamente disputado el pasado verano tras las excelentes despedidas de jugadores que habían reescrito la historia reciente del Nápoles. Pero Aurelio siguió su camino, convencido de la bondad de su proyecto y consciente de los nuevos chicos que llegarían. Pero si ganar es difícil, confirmarse se convierte en una empresa mucho más difícil. De Laurentiis está un poco orgulloso, le gusta esta nueva dimensión de su Nápoles, le hace feliz. Y seguirá su camino, sin gastos descabellados pero buscando una vez más a los hombres adecuados en los que confiar. Pero llevará tiempo, como subrayó ayer el presidente en Tg1: “Tranquilidad, cabeza fría y paciencia. Tenemos todo el mes de junio para relajarnos, armarnos y afrontar este problema que ya hemos solucionado muchas veces, porque llevamos 14 años en Europa, el único equipo italiano».

EN EL POSTE

Aquí está el orgullo de Aurelio, que ahora busca a quien sepa sumergirse en esta realidad, dándolo todo y aún más. Sustituir a Spalletti será quizás el reto más difícil de su presidencia: “Trabajamos para que la afición esté satisfecha. Nápoles solo puede ser amada y cuando me encuentre con este «sentimiento» le daré la mano esperando no haberme equivocado. Tú también puedes entrenar a este equipo”, concluye De Laurentiis con el corresponsal de Rai al margen. En definitiva, a partir de hoy, los campeones italianos se quedan sin entrenador y quién sabe cuántos días más. Porque el perfil en la pole position es el de Vincenzo Italiano, técnico de la Fiorentina, que lleva años en la mira (y gracias) del presidente. De Laurentiis se había quedado prendado de él cuando conquistó la Serie A con su Spezia e incluso le había elogiado tras la victoria aquí en Nápoles, ante Gattuso. El año pasado, pues, el italiano casi se convierte en un coco con el doble éxito de Maradona entre el campeonato y la Copa de Italia. El italiano responde al identikit de De Laurentiis, que busca un amante del 4-3-3 para seguir el camino técnico con este equipo, con el que el presidente está seguro de haber abierto un ciclo. Pero se necesita paciencia, el italiano está comprometido en la final de Conferencia el miércoles, luego hablará con la Fiorentina, club con el que DeLa tiene excelentes relaciones y al que no quiere equivocar. Hará falta diplomacia, por si acaso. Pero mientras tanto las encuestas continuarán. Con De Laurentiis ay de dar algo por hecho, enseña Ancelotti.

OSIMHEN ESPERA

Y quien se siente en el banquillo preguntará por el futuro de los grandes nombres. Kim tiene la cláusula, a todo el mundo le gusta Osimhen y está esperando señales: “Estoy bien en Nápoles, amo la ciudad y la afición. A ver qué decide el presidente para la próxima temporada, aceptaré lo que se decida…”. Aquí, quedarse con Víctor podría ser la petición de cualquier entrenador contactado por De Laurentiis, por razones obvias. Y ayer firmó un nuevo récord: el Scudetto y el título de máximo goleador, ni Maradona lo logró tanto: “Fue una gran temporada para todos. Estoy en el mejor momento de mi carrera: no sé qué va a pasar, pero estoy motivado para lo que viene». Víctor se ha quitado la máscara, palabra al presidente. Entrenador para elegir y grande para conservar: será un junio caluroso.



ttn-es-14