Nápoles, el arrepentimiento de los puntos perdidos y el empuje de Spalletti

Los tropiezos en Maradona han complicado el camino y podrían pesar al final. Pero el técnico ha relanzado al equipo y ahora espera continuidad ante el Udinese

En resumen, esos puntos que le quedan a Maradona, durante el campeonato, podrían faltar. Entonces, el juramento del entorno sería legítimo, porque Napoli tropezó un par de veces, en Fuorigrotta, complicando un camino que comenzó con la fórmula del «all in»: 25 puntos tras las primeras 9 jornadas, con 8 victorias consecutivas, interrumpido por el empate en el Olímpico, ante la Roma. Entonces, el interruptor se apagó y la oscuridad se materializó en los sueños del pueblo napolitano.

Tres derrotas consecutivas, en Maradona, ante Atalanta, Empoli y Spezia, podrían haber matado a cualquiera. Pero no el equipo de Spalletti que, con el tiempo, ha sabido metabolizar los contagios de la Covid-19, las muchas lesiones y ese descenso, fisiológico para todos hacia el final de la primera vuelta. Y desde enero, el Napoli ha retomado su andadura, manteniéndose en la zona del Scudetto y participando de este emocionante momento que vive el campeonato. En balance, a Spalletti le faltan al menos seis puntos, si queremos considerar sólo las derrotas remediadas ante Empoli y Spezia que tuvieron la implicación de la verdadera burla. Si quisieran dar algo, hasta dos sorteos hubieran ido de lujo, pero que así sea.

Goles pesados

Son los que está garantizando Victor Osimhen. El doblete de Verona revitalizó tanto al delantero nigeriano como a todo el equipo que, en el Bentegodi, repuso las cosas y la clasificación tras la derrota en casa ante el Milan. Por primera vez, Osimhen marcaba contra uno de los diez mejores equipos de la tabla: nunca antes le había pasado, de hecho, en partidos mano a mano. Lo que extraña, sin embargo, es el gol contra Maradona. La historia del campeonato cuenta que el último gol interno del internacional nigeriano se remonta al pasado 17 de octubre, ante el Turín. Una abstinencia que ya dura cinco meses y que el atacante intentará frenar ante el Udinese. Es necesario que Spalletti no le deje otros puntos a Maradona para no afectar la carrera por el campeonato.

Flexibilidad táctica

No hay más tiempo para esperar, ya sea Insigne o Zielinski. Los dos se mantuvieron inicialmente en el banquillo en Verona. El técnico optó por una forma diferente al habitual 4-2-3-1, utilizando un 4-3-3 más funcional. Con las incorporaciones de Anguissa, en el centro del campo, y Lozano en la banda zurda, el Napoli parecía mejor organizado, obteniendo una victoria muy contundente. El propio Osimhen se involucró más en la mitad del juego, no fue casualidad que anotó los dos goles como un verdadero delantero centro, dentro del área, y no al contragolpe. Habrá que ver si el técnico repetirá el experimento del 4-3-3 o volverá al 4-2-3-1 proponiendo de nuevo Zielinski e Insigne. Sin embargo, esta es la hipótesis más probable. Ganar al Udinese lo es todo para el futuro próximo del Napoli, teniendo en cuenta que el Milan se espera del partido fuera de casa en Cagliari que, de momento, no parece prohibitivo.

Empuje Maradona

El regreso a la capacidad efectiva representa una buena elección para las ambiciones de Napoli. Les servirá para asombrar a sus rivales, para socavar su obstinada actitud defensiva, que suele ser el caso de los equipos de rango medio-bajo cuando se enfrentan al Napoli. El optimismo crece, pero está bien contenido, hablar del Scudetto es legítimo sin perder de vista, eso sí, esa determinación y carácter que a menudo les ha faltado a los jugadores napolitanos en los momentos clave de la temporada. En resumen, las condiciones para un final evanescente están todas allí. Ahora, le toca a Spalletti armar las combinaciones adecuadas para mantener las ambiciones del entorno hasta el último minuto de esta Serie A.



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