La decisión del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, de confiar a España el nuevo papel de enviado para el Frente Sur es “casi una afrenta personal” para el ministro de Defensa, Guido Crosetto. Así lo afirma el ministro en una entrevista con la prensa.
«Le escribí un mensaje muy duro. Me enfureció y habrá consecuencias en términos de relaciones personales. La suya fue la traición de un principio: fue Italia la que había luchado por introducir el papel de enviado del Frente Sur y en la cumbre de Washington 32 dirigentes estuvieron de acuerdo con nosotros. En veinte años yo dos mil quinientos millones de personas en África “Serán el principal problema de la Alianza Atlántica porque se convertirán en un ejército en manos de aquellos países que ya han comenzado a ocupar el continente en los últimos años: Rusia y China”, afirma.
«Stoltenberg no quiso nombrar un representante del Sur. Tuvo que incluirlo en la resolución porque Italia lo quería y por eso se vengó dando el papel a un español, un funcionario español que ya hace otro trabajo, vaciándose efectivamente. El político objetivo perseguido por nosotros y aprobado en la cumbre de la OTAN: su comportamiento me parece terrible. Terminó de la peor manera sus nueve años al frente de la OTAN”, subraya.
Crosetto destaca que Italia no tiene un problema con la OTAN, “sino con Stoltenberg”. «Él es el único responsable, eligió a la persona para ese rol, basándose en criterios opacos y lógica burocrática interna, sin consultar con sus aliados, tal vez porque se guió por la lógica de la pertenencia política, fallando en la primera de sus responsabilidades. : ser Super partes”.
El ministro de Defensa espera que en octubre, tras la despedida de Stoltenberg, ese papel «se le dé a la mejor persona, no por lógica burocrática interna y no por simpatía política». Y espero que se tenga en cuenta a quienes deseaban firmemente que se estableciera este papel: Italia”.