ELa carta natal de un Trieste como Lelio Luttazzi es una intersección de vientos, estados de ánimo, luces y sombras que se mueven al unísono dentro de una gran personalidad. Capaz de contener el susurro del mistral, el viento del suroeste y todos los matices de la melancolía, la timidez y la elegancia. Para luego sorprender con la bora, el viento de cabeza del hit parade de su vida.
Luttazzi era un músico imbatible. Pero no solo. Director, presentador, director de orquesta, cantante y pianista. Nacido bajo el signo de Tauro, iluminado por Venus planeta de la belleza. Me divo sin querer. Silencioso poseedor de una clase que viene del mar y se mueve con el mar al ritmo de un perfecto gateo musical entre el jazz y el swing. Y una envergadura para hacer envidiar a las gaviotas.
Fue él quien le enseñó al esmoquin a moverse por el escenario.. Con la precisión de la Luna en Virgo, la ironía y el eclecticismo de quien viene al mundo con ese Marte en Géminis que siempre quiere involucrarse. Educado y misterioso, tímido y extrovertido, manejó los oxímoron de su vida oscilando entre dos climas, nórdico y mediterráneo.
Discreto y orgulloso también en saber gobernar un cruel malentendido judicial revelado por Neptuno hostil a Mercurio. Giro de su punto débil: el exceso de confianza en los demás. Que yo creía en lobos con piel de cordero.
El horóscopo de primavera
El horóscopo del día, semana y mes y año.
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