La junta militar tomó el poder el año pasado y desde entonces ha sentenciado a muerte a decenas de activistas, pero el país no había ejecutado una pena de muerte en décadas. El mes pasado, la junta anunció su intención de ejecutar las sentencias de muerte, lo que provocó la indignación internacional. El jefe de la ONU, António Guterres, calificó la decisión de “violación flagrante del derecho a la vida, la libertad y la seguridad”.
artista de hip hop
Phyo Zeya Thaw, una artista de hip-hop que fue elegida para el parlamento en 2015 como miembro del partido NLD de Aung San Suu Kyi, fue acusada por la junta de atacar a miembros del régimen. Por ejemplo, supuestamente atacó un tren en Yangon con un arma de fuego en agosto, matando a cinco policías. Fue condenado en noviembre bajo las nuevas leyes antiterroristas del país. El destacado activista por la democracia Kyaw Min Yu recibió el mismo veredicto.
Las otras dos personas que fueron ejecutadas habían sido condenadas por presuntamente asesinar a una mujer que creían que era informante de la junta.