Los bancos, encabezados por Morgan Stanley, prestarán a Musk unos 13.000 millones de dólares de los 44.000 millones de dólares (54,20 dólares por acción) que tiene que poner sobre la mesa para Twitter. El acuerdo de financiación está a punto de firmarse, dijo Bloomberg. Ese es uno de los últimos pasos antes de que el dinero se envíe efectivamente a Musk.
Los planes de Musk van mucho más allá de los de la administración actual de Twitter. Quiere recortar la nómina de la empresa en unos 800 millones de dólares para fines de 2023, lo que significaría la salida de casi una cuarta parte de su fuerza laboral, estima The Washington Post. La compañía también planea hacer importantes ahorros en su infraestructura. Estos también incluirían los centros de datos que ejecutan el sitio web para más de 200 millones de usuarios diarios.