«¡Muratov, esto es para los chicos!» y le tira la pintura encima

El 7 de abril, alrededor de las 7:30 p. m., el editor en jefe y ganador del Premio Nobel, Dmitri Muratov, abordó el tren hacia Samara en la estación Kazanski de Moscú, que estaba programado para partir a las 8:08 p. m. No hay nadie en el andén y el tren está casi vacío. Justo antes de partir, un hombre entra en el vagón 2. Le dice al guardia que estará en el asiento 14 para el pasajero (asiento de Muratov). El hombre lleva una botella de plástico de pintura roja, pintura al óleo mezclada con acetona, a juzgar por el olor. «¡Muratov, esto es para los chicos!» y arroja la pintura sobre él, luego se baja del tren sin obstáculos y tira la botella tan pronto como Muratov lo persigue.

Más tarde, los médicos identifican quemaduras químicas en los ojos de Muratov. Sin embargo, logra ver la cara del atacante y recuerda cómo se ve. Un cómplice filmó el ataque a través de la ventana. Muratov ve esto y filma al hombre con su teléfono, quien rápidamente pone su mano frente a su rostro. Las imágenes de video confirman que la policía detuvo a uno de los atacantes para el control de pasaportes, y Muratov le dijo a la policía que la persona en cuestión acababa de participar en el ataque.

‘Aprovechar’

Menos de una hora después, apareció un video del crimen en el Canal de Telegram de la Unión de Fuerzas Aerotransportadas Rusas, con el comentario: «Como prometimos, en un futuro próximo nuestros veteranos mostrarán a los ‘grandes patriotas’ que el sangrado de nuestros Hijos Gloriosos no será tolerado. Escoria, sabes que esos sucios ucranianos inventaron la ‘tragedia de Buchya’ y apoyas esta mentira, ¡pero no ves a nuestros muchachos degollados! ¡Los atraparemos a todos, solo esperen!’

Dada la cantidad de cámaras, la presencia de testigos presenciales, el video filtrado por los propios delincuentes y el hecho de que se conoce la descripción del atacante, se esperaría una rápida detención. Pero estamos acostumbrados a que la policía no esté muy entusiasmada en buscar a las personas que atacan a los periodistas.

Los abusadores de Yelena Milashina, Yelena Kostyuchenko, Diana Khachatrian, Izolda Drobina, Arden Arkman nunca han sido procesados; las personas que atacaron a Yulia Latynina y Sergei Sokolov varias veces, que atacaron la oficina de Novaja Gazeta con un químico peligroso, que hizo amenazas de muerte contra Denis Korotkov y Tatyana Lichanova. Y luego ni siquiera hemos mencionado a los autores de los asesinatos de nuestros colegas Yuri Shchekochichin y Anna Politkovskaya.

Sin anuncios oficiales

Y ahora no se ha iniciado ninguna investigación. Además, en violación de las normas del Ministerio de Policía, no se llevó a cabo ninguna investigación de la escena del crimen ni se tomaron muestras de pintura o ropa.

El 8 de abril, el ministerio informó que un residente de Moscú de 38 años había sido arrestado. Después de eso, la policía no hizo más anuncios oficiales. Sin embargo, tiene bazaun medio de comunicación con contactos dentro de los servicios de seguridad, ya un día después del ataque, los nombres de los dos presuntos autores: el detenido Ilya Markovets y Nikolai Trifonov (41), que se ha dado a la fuga.

Con base en la información que tenemos, es muy probable que Markovets, si es que es arrestado, sea quien filmó la acción, pero que el perpetrador real todavía está prófugo. Dmitri Muratov ha identificado definitivamente a Nikolai Trifonov como el perpetrador, basándose en fotos y videos de fuentes públicas. Trifonov nació en Chirchik, Uzbekistán. Tiene un permiso de residencia en la región de Kursk, en Lgov. Trifonov ha sido estudiante durante mucho tiempo en la Universidad Estatal de Moscú. Durante ese tiempo desarrolló ideas nacionalistas y se hizo amigo de personas de extrema derecha. En 2008, Trifonov participó en un evento del movimiento juvenil de mentalidad Kremling ‘Nashi, como miembro de la Delegación de las Fuerzas Aerotransportadas. En tres años fue elegido miembro del Consejo Central de la Unión de Tropas Aerotransportadas de Rusia. Está en una foto con el Comandante en Jefe.

Gran peligro publico

Menos de un día después del atentado, sin los recursos de los servicios de seguridad y de forma totalmente legal, teníamos sobre la mesa la información sobre los presuntos autores. ¿No podrían las fuerzas del orden ser capaces de hacer eso? La policía logra encontrar inmediatamente a las personas que comparten textos pacifistas o tachan la letra Z y las lleva ante la justicia. No olvidemos lo que anuncia el jactancioso comentario que acompaña al video: esta acción no es la última y Dmitri Muratov no es el único objetivo. Esto representa un gran peligro público y cuanto más tiempo permanezcan impunes estos delincuentes, mayor será ese peligro.

Todo esto plantea preguntas importantes. ¿Cómo obtuvieron exactamente los atacantes acceso a los datos de Russian Railways? Sabían en qué tren y en qué compartimento estaba su objetivo, mientras que solo los agentes autorizados pueden consultar esa base de datos. También hay dudas sobre la seguridad de la estación. La pintura química utilizada entra dentro de la categoría de ‘sustancias peligrosas’, que normalmente se confiscan en la entrada. Otra pregunta: ¿cómo es posible que los innumerables guardias de seguridad de la estación se hayan perdido el cínico ataque justo debajo de sus cámaras, poniendo en peligro a los pasajeros e interrumpiendo el horario?

Novaja exige que la policía abra una investigación oficial y de alta calidad y arreste a todas las personas involucradas en este crimen.

Traducción: Leo Reijnen