Max Verstappen ha vuelto a ganar en Zandvoort. Después de un GP caótico y mojado, el holandés fue el más rápido. Verstappen ganó por novena carrera consecutiva (una mejora con respecto al récord de Sebastien Vettel), y también fue el más rápido en Zandvoort por tercera vez consecutiva.
La clasificación del sábado permitió a Max Verstappen partir desde la pole position. Mantuvo esa ventaja durante las primeras vueltas, hasta que empezó a llover. El piloto decidió cambiar a neumáticos de lluvia y cayó al noveno lugar. Su compañero Sergio Pérez se hizo con el liderato de la carrera.
Verstappen no se desanimó y se acercó cada vez más a Pérez. Las precipitaciones cesaron, por lo que el holandés decidió cambiar nuevamente sus neumáticos de lluvia. El mexicano Pérez pasó al pit lane una vuelta después y Verstappen aprovechó eso para volver a tomar el 1er lugar.
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El estadounidense Logan Sargeant perdió agarre sobre su coche y acabó en la trampa de grava contra la pared. Siguieron una bandera amarilla y un coche de seguridad y todos los pilotos volvieron a estar muy juntos. Sus restos tuvieron que desaparecer de la pista y tras unas vueltas se pudo reanudar la carrera. Verstappen simplemente siguió conduciendo al frente y su ventaja creció con la vuelta. Charles Leclerc tuvo que retirarse anticipadamente porque había sufrido daños al principio de la carrera.
El veneno estaba claramente en la cola del GP de Zandvoort. La lluvia cambió todo el panorama y la carrera quedó temporalmente neutralizada con una bandera roja. Pasaron más de 45 minutos hasta que a los pilotos se les permitió volver a correr. El coche de seguridad acompañó a los coches de carrera durante las dos primeras vueltas, tras lo cual el espectáculo comenzó de nuevo. Verstappen no lo regaló más y ganó el GP.