Los italianos están acostumbrados a recibir multas, ya que reciben decenas de millones al año. Están un poco menos acostumbrados a pagarlos, porque la tasa de recaudación oscila en torno al 45% de media, fruto de fluctuaciones muy fuertes de Norte a Sur, por lo que el destino de los informes pendientes de pago está llamado a ocupar un lugar importante. participar en los debates sobre la “tregua fiscal” que introduce la maniobra para el próximo año.
Debates que en el caso de las multas se desarrollarán a nivel local, porque la intención del gobierno es encomendar las decisiones sobre cancelaciones y bonificaciones a los alcaldes: por tanto, se sitúan en la encrucijada entre otorgar la cancelación o una definición facilitada según el caso. , enfadando a los que pagan las multas, o manteniendo una línea dura, y asumiendo la acusación de no aprovechar la oportunidad de la “generosidad” que ofrece el gobierno.
Cualquiera que sea la elección del alcalde, la discusión está garantizada. También porque la pregunta concierne a prácticamente todos los italianos. Entrar en los datos del llamado almacén de acopio en busca de las multas que hace la policía municipal y mentir ahí no es fácil. Pero las cifras clave se pueden reconstruir trepando a través de los datos disponibles.
De los 19 mil millones de créditos municipales presentes en la mora del recaudador nacional, las multas valen poco menos de 8 mil millones, es decir, un generoso 40%. Entre la sanción original, los intereses y las sumas añadidas con el tiempo, cada uno de los papeles presentes en esta avalancha ronda los 180 euros. La montaña, por tanto, acumula más de 42 millones de minutos a la espera de satisfacción. ¿Que será de ellos?
Palabra a Municipios individuales
La elección, se dijo, debe corresponder a los municipios individuales sobre la base de las correcciones a la ley de presupuesto que está preparando el Ministerio de Economía. La hipótesis más favorable para el automovilista reacio a pagar es la del extracto, que en Hacienda afectará a los expedientes de hasta mil euros encomendados entre 2011 y 2015. En este estado debería haber unos 11 millones de denuncias, una cuarta parte de las los atrasos totales. Para los más recientes, de nuevo en la línea de lo que se prevé para los ingresos tributarios, se podría reconocer un recorte en la cuantía que al menos elimine los intereses de demora, dado que las multas son “sanciones” y por tanto no permiten el reparto entre impuestos pago y penalización a cancelar que es en cambio típico de las otras carpetas. La elección de los alcaldes, sin embargo, no será fácil.