Mujeres iraníes en Drenthe apoyan a los manifestantes: ‘Se me rompió el corazón’

La situación en Irán es aún más emocionante para Ghalamzanashraf ya que no tiene idea de cómo están su familia y amigos. “No puedo contactarlos ahora porque se perdió la conexión a Internet. Cuando salimos a la calle, Internet se corta”, explica Ahmadi. “Nuestra conexión con el resto del mundo se está cortando”.

Según Ahmadi, todos en Irán han experimentado violencia de una forma u otra. Es por eso que la expresión de frustración hacia el régimen ahora está tan extendida y colectivamente piensa: “Queremos que el régimen experimente cambios. Queremos una separación de religión y política. Pero, sobre todo, queremos derechos humanos básicos. Queremos dignidad”. “

Ghalamzanashraf también expresa sus deseos para el futuro: “Espero que un día todas las mujeres en Irán puedan bailar, ser libres y que nadie sea asesinado por el velo”.

“La gente suele preguntar: ¿qué podemos hacer aquí?”, dijo Ahmadi. Según ella, lo mejor que se puede hacer aquí es apoyar a los refugiados que vienen a Holanda. Menciona la situación de Ter Apel como ejemplo. “La gente espera en las calles en el frío, la gente es enviada de regreso, básicamente a la muerte, o peor aún, a la tortura”.

“Obviamente estamos felices de tener apoyo, pero ¿qué estamos haciendo aquí, en casa?” ella se pregunta. “No solo para las mujeres iraníes, sino para todas las mujeres que huyen aquí, lejos de la violencia, que luchan por sus vidas. Esa sigue siendo la pregunta para mí cuando hablamos de apoyo”.



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