La inglesa Nakita Harden (33), de Norfolk, vivió una noche de bolos que se convirtió en una situación que puso en peligro su vida. Durante una velada romántica con su novio, su pulgar se atascó en la bola de boliche. Al principio pensó que era un pequeño corte, pero esa misma noche los síntomas de sepsis comenzaron a manifestarse.
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