Muere Franco Fayenz, el crítico que habló a los italianos de los grandes del jazz


Los entusiastas del jazz italiano que cruzaron el umbral de la «anta» se formaron en dos textos sagrados: Jazzel tomo monumental de Arrigo Polillo estrenado para Mondadori en 1975, e Los grandes del jazz, Ensayo de los años sesenta publicado por Nuova Accademia. El autor de este último -que también se convirtió en una exitosa serie de entregas, en los quioscos de Fabbri Editore- es Franco Fayenz, fallecido en las últimas horas a los 92 años. Con sus reseñas y sus libros fue un gran divulgador de la cultura musical, pero sobre todo fue un gran aficionado a la llamada «música clásica negra».

De Padua a los «grandes del jazz»

Paduan, nacido en 1930 (año en que los Gershwin publican el estándar tengo ritmo), pasó sus años de formación en su ciudad natal, licenciándose en derecho. Estamos en los años cincuenta, esos en los que el be-bop deja la batuta al cool jazz, y aquí la pasión por el jazz se contagia por los círculos. Fayenz, con apenas veinte años, montó en su Padua el club Amici della Musica, con el que organiza conciertos. El sabio Los grandes del jazz, con la que se destaca, sale en 1961 para la serie que el musicólogo Giulio Confalonieri guarda para la Nuova accademia. ellos seguirán Anatomía elemental del jazz. Y Historias de jazz para imágenes y recuerdos, así como la biografía de Lennie Tristano. Conocedor sin igual de los años de swing, cura la autobiografía de Duke Ellington para Italia. La musica es mi dama«La música es mi señora», el amor absoluto de la vida del Duque.

En la tele con Franco Cerri

Junto a su actividad como crítico musical, está la televisiva: en los años setenta Fayenz junto a Franco Cerri, colaboró ​​con Jazz en Italia, un programa de Carlo Bonazzi para un Rai todavía en blanco y negro que fotografía la expansión del fenómeno jazzístico en nuestro país, entrevistando a los artistas y mostrando sus actuaciones, por los clubs de jazz de la Península. Presencia fija en los grandes festivales que empiezan a tener lugar aquí (desde Umbria Jazz hacia abajo), escribe para el Giornale di Indro Montanelli y posteriormente para el Foglio y el Sole 24 Ore.

El Piero Angela de la popularización del jazz

Por motivos personales disfrutó de lo mejor de la historia del jazz, en tiempos en que los artistas eran mucho más cercanos, el estrellato, en el terreno de la música, aún no se había inventado. Y para ello tenía una vasta anécdota que contar, así como una inmensa cultura musical. Decir: ¿conoces a Keith Jarrett? Cuando tenía 24 años, en Bolonia, compartió mesa en una taberna con Fayenz, confiándole: «Sabes, tengo miedo. Tengo miedo de cuando seré famoso, si es que alguna vez lo seré, porque podría perder el sentido de la proporción». Sucederá, querido Keith. Y cómo, si sucede.

Saber más

En 1986 con Franco Cerri, el pianista Enrico Intra y el también crítico Luca Cerchiari fundó los Cursos Cívicos de Jazz en Milán, el punto de partida de muchos jóvenes que se acercaron a la música clásica negra. Fayenz fue al jazz lo que Piero Angela fue a la ciencia. Para hacer aún más sugerente la combinación, digamos que incluso para Piero Angela el jazz fue la mujer de su vida. En cuanto a Duke Ellington, en cuanto a Franco Fayenz.



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