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Murió la adolescente iraní que se desplomó y entró en coma después de subir a un tren del metro de Teherán sin velo.
Los “tratamientos médicos exhaustivos” no tuvieron éxito y Armita Geravand murió 28 días después de haber sido ingresada en cuidados intensivos, informó la agencia estatal de noticias iraní IRNA. La semana pasada, los medios locales confirmaron que la joven de 16 años tenía muerte cerebral.
Geravand se desplomó en un tren el 1 de octubre cuando se dirigía a la escuela. Imágenes de CCTV mostraron a sus amigos arrastrando su cuerpo inerte fuera del tren unos segundos después de abordar.
El informe médico oficial afirmó que Geravand “sufrió una caída repentina de la presión arterial, colapsó, sufrió una lesión cerebral que provocó convulsiones, hipoxia cerebral y edema”, informó IRNA.
Pero Hengaw, un grupo de derechos humanos con sede fuera de Irán, afirmó que había sido “atacada físicamente” por “guardianes del hijab” por su negativa a usar un velo.
Masoud Dorosti, director general del metro de Teherán, rechazó los informes de cualquier enfrentamiento físico, diciendo que se había golpeado la cabeza después de desmayarse.
El incidente avivó los temores de otra ola de malestar social tras la muerte de Mahsa Amini.
Amini fue detenida frente a una estación de metro de Teherán por supuestamente violar las reglas del hijab en septiembre de 2022. Se desplomó en la comisaría de policía moral y murió en el hospital tres días después.
Su desaparición desencadenó protestas antigubernamentales que provocaron cientos de muertes. Los funcionarios iraníes insistieron en que había muerto de un ataque cardíaco y acusaron a provocadores extranjeros de difundir informes falsos de que había sido golpeada.
Desde las protestas, muchas mujeres iraníes se han negado a cubrirse el cabello en público. Los funcionarios han ignorado en gran medida las violaciones, pero ha habido informes de enfrentamientos ocasionales entre mujeres con el cabello descubierto y conservadores religiosos.
En los últimos meses se han apostado agentes encargados del cumplimiento del hijab en el metro de Teherán para confrontar a las mujeres que no usan el hijab.
En septiembre, el parlamento de Irán aprobó un polémico proyecto de ley que proponía duras penas para las mujeres que desafiaran la ley obligatoria del hijab.
Pero esta semana, el Consejo Guardián del país, que examina la legislación, se negó a respaldar el proyecto de ley y lo devolvió al parlamento por “ambigüedades” en el texto.