Muchos holandeses se benefician económicamente, pero el déficit presupuestario aumenta


La feria navideña de Utrecht.Escultura Marcel van den Bergh

Después de algunos años de malestar financiero, causado por el aumento de los costos de la energía y la alta inflación, los hogares holandeses tendrán más para gastar este año. En 2024 ganarán una media del 2,7 por ciento en poder adquisitivo, según predice el CPB en su estimación de primavera. La recuperación del poder adquisitivo se debe a aumentos salariales (en un promedio del 6 por ciento) y una disminución de la inflación (del 3,8 por ciento en 2023 al 2,9 por ciento en 2024).

La estimación del poder adquisitivo ha mejorado considerablemente en comparación con la anterior de agosto: cuando la agencia de planificación preveía un aumento del 1,8 por ciento para 2024.

La recuperación esperada no compensa todos los daños sufridos. Si la predicción se cumple, el hogar medio seguirá siendo un 0,5 por ciento más “pobre” a finales de este año que tres años antes. Esta pérdida de poder adquisitivo afecta principalmente a los ingresos más altos.

Los hogares con ingresos medios compensan con creces la pérdida de poder adquisitivo de los últimos tres años. El 20 por ciento más bajo de personas con ingresos y beneficiarios de prestaciones estará incluso un 5 por ciento mejor a finales de este año que a finales de 2021. Esto último no se aplica a los pensionados.

Cambio de rumbo necesario

La noticia menos buena es que las finanzas gubernamentales se deteriorarán significativamente en un plazo ligeramente más largo, a menos que el nuevo gabinete implemente recortes y/o aumente los impuestos. El Grupo de Estudio del Espacio Presupuestario, un grupo de expertos autorizado de altos funcionarios, ya recomendó antes de las elecciones a la Cámara de Representantes que el próximo gabinete debería reducir estructuralmente el gasto público en 17 mil millones de euros (sobre un presupuesto nacional de más de 400 mil millones de euros). El CPB ahora se hace eco de esta advertencia. “Es necesario un cambio de rumbo en las finanzas públicas”, escribe la agencia de planificación.

Si la política gubernamental se mantiene sin cambios, el déficit presupuestario aumentará al 4,6 por ciento después de 2028, calcula el CPB. Al final del mandato ministerial previsto, en 2028, esta cifra ya será del 3,3 por ciento. Esto también está por encima del estándar europeo de un máximo del 3 por ciento. En este sentido, la nueva estimación también es más favorable que la de agosto de 2023, porque en ese momento el CPB todavía pensaba que el déficit presupuestario en 2028 sería del 3,9 por ciento.

Gastos planificados

Según el CPB, el hecho de que las finanzas públicas “no se hayan desequilibrado más” en los últimos años se debe únicamente a los vientos económicos favorables y a ganancias excepcionales en el lado de los ingresos. Pero como el actual gabinete saliente todavía ocupa una posición amplia, “el déficit presupuestario se deteriorará marcadamente en el corto plazo”, según la estimación. En los próximos años, el gobierno enfrentará un gasto cada vez mayor en política climática y agrícola, atención médica, seguridad social, recepción de asilo y defensa. Además, el Ministro de Finanzas gasta cada vez más dinero en el pago de intereses de la creciente deuda nacional.



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