¿Sabías que puedes encurtir cualquier hongo que esté listo para comer tal como está sin procesarlo? Los champiñones tiernos y firmes son especialmente buenos para encurtir.
Mucha gente no sabe cómo conservar las setas encurtidas, aunque para muchas de ellas resulta rentable. Los rebozuelos pequeños se deben recoger crudos, ya que son estupendos como guarnición para platos de caza o risottos. Los gofres de embudo, en cambio, quedan deliciosos con pescado.
Los champiñones suaves, como la mitra de cordero y el cardo blanco, disfrutan especialmente del encurtido, porque obtienen un toque completamente nuevo del caldo. El bizcocho de achicoria aromático no necesita muchas otras especias.
Se limpian bien las setas a encurtir, se cortan las más grandes en rodajas y se vierte el caldo de encurtido caliente sobre las setas.
Los champiñones que requieren rastrillar también se pueden encurtir, pero el mejor sabor y textura se pueden encurtir frescos.
Si planea almacenar champiñones en escabeche durante más tiempo, recuerde esterilizar cuidadosamente los frascos. Los champiñones en escabeche se guardan en el frigorífico.