El número 22 volvió a ser evaluado en Trigoria y su presencia el domingo no está en duda. Buenas noticias también para Joya: solo calambres para el argentino
José Mourinho puede respirar aliviado. De hecho, la primera victoria de 2023 conseguida ante el Bologna de Thiago Motta no tuvo consecuencias perjudiciales para Nicolò Zaniolo y Paulo Dybala, ambos sustituidos durante la segunda parte por unos problemas físicos. Especialmente las condiciones del número 22, que se fue en el minuto 60 por un problema en la rodilla derecha, habían mantenido ansiosos a Special One ya la mayoría de los aficionados romanos. Una zona especialmente delicada para la promoción del 99 que, asustada, había regresado al vestuario -después de patear una valla publicitaria- con una expresión facial que era todo menos serena. Afortunadamente, la inquietud se desvaneció a los pocos minutos: Nicolò sufrió un golpe que, en su momento, le llevó a pedir el cambio pero que no tuvo consecuencias. Por lo tanto, la alarma se ha resuelto, también dada la decisión del cuerpo médico de Giallorossi de no someter al jugador a más pruebas. Hoy el delantero fue evaluado nuevamente en Trigoria y su presencia el domingo con el Milan no está en duda.
SOLO CALAMBRES
—
Para Dybala tampoco fue un problema, el futbolista había abandonado el terreno de juego en la media hora del segundo tiempo en medio de calambres. Una consecuencia bastante evidente tras volver a jugar como titular tras 87 jornadas. No en vano, en los planes de Special One, el argentino debería haber jugado solo 60 minutos contra los emilianos. Sin embargo, la molestia acusada por Zaniolo obligó a la plantilla portuguesa a cambiar de planes, dejando al 21 sobre el césped más tiempo del previsto. Así que él también formará parte de la expedición Giallorossi que partirá el sábado hacia Milán. Después de haber decidido ya el partido de San Siro ante el Inter, Joya ahora espera repetir con los rossoneri.
5 de enero – 15.18 h
© REPRODUCCIÓN RESERVADA