En 40 apariciones en la Serie B, Brianza fue el único que nunca llegó a la máxima categoría. Es el punto más alto de una historia gloriosa que va de Casiraghi y Ganz a Massaro y Costacurta, los años dorados con Galliani y el flashback con Berlusconi. El hilo conductor es protagonista de ayer en el campo y de hoy en el banquillo
Monza tenía un palmarés que nadie envidiaba: era el equipo con más campeonatos de la Serie B sin haber ascendido nunca. Cuarenta participaciones, nunca un salto más alto. Como el tipo un poco nerd que va a la fiesta y nadie lo clasifica. Unos años allí, dos o tres seguidos, y luego otra vez abajo, tratando de recuperar un lugar bajo el sol. Luego vinieron.