Los lombardos ganan 4-3 en el Garibaldi Arena. Tras el gol de Gytkjaer parece hecho, pero Mastinu le da el 3-2 a los toscanos que vale la prórroga. Pero luego, Marrone y Gytkjaer nuevamente le dieron al equipo de Stroppa su primer ascenso a la máxima categoría en 110 años.
El fútbol de los grandes ya es una realidad. Por primera vez en 110 años de historia, Monza está en la Serie A. Después de un comienzo impactante (dos goles abajo a los 9′) y un partido loco, con adelantamientos y contraadelantamientos incluidos, el equipo de Stroppa ganó 4-3 al Pisa en la prórroga. tiempo, en la vuelta de la final del playoff en el Arena Garibaldi Romeo Anconetani. El hombre del destino es Christian Gytkjær, que entró a los 20′ del final del reglamento y autor de un doblete que sabe a ascenso, tras el gol ya anotado en el triunfo 2-1 de la ida.
Comienzo explosivo
–
Pisa aprovecha el factor casa y arranca como un cohete: al 40” Beruatto centra desde la izquierda, Pirola la deja fluir y Torregrossa aprovecha para desviar a la red y congelar a Di Gregorio. Uno a cero. Ni un minuto y el final vuelve a equilibrarse. Los de Stroppa acusan el golpe y en el minuto 9 se produce el doblete: córner desde la izquierda, balón en movimiento, centro de nuevo de Beruatto y remate de cabeza ganador de Hermannsson, que quema la defensa. La presión ardiente del equipo de D’Angelo pone a los invitados en la esquina en los primeros veinte minutos. Luego sale Monza y vuelve al juego gracias a un derechazo de Machín al borde del área, bueno para poner el balón bajo siete. Protestas de los locales por toque de mano de Carlos Augusto en la acción, pero el Var confirma: 2-1, todo regular. Cambia la inercia. Otro episodio de video control a los 27 ‘: Mazzitelli lanza desde la derecha, Birindelli se escapa y toca la pelota con el brazo, anticipando a Mota Carvalho, de lo contrario tirado a la red. Mariani saca la amarilla, el banquillo de Brianza se pone de pie y pide la roja. El cheque confirma la decisión. Al descanso está 2-1.
golpe por golpe
–
Comienzo moderado y menos animado en la segunda mitad. El primer susto llega en el minuto 53, con un zurdazo lejano de Carlos Augusto. Pelota alta. Cinco minutos después otra ocasión rojiblanca con tiro libre de Barberis desde la derecha: Nicolás reactivo en el rechace. Unos minutos de razonamiento para Pisa. Luego, cerca de la hora de juego, Puscas tiene el balón que vale una temporada: tiro desde la defensa, intervención fuera de tiempo de Marrone, control y derecha colocada que se imprime en el larguero. Primeros cambios del partido en el minuto 66: D’Angelo vuelve a llamar a Torregrossa y Siega al banquillo para dejar sitio a Lucca y Mastinu. En el 72′ toca que Stroppa se mueva también: sale Ciurria y dentro Gytkjær, marcando en la ida. Justo el danés, en el minuto 79, recibe el balón de D’Alessandro (que entró dos minutos antes en lugar de Mazzitelli) y congela con la derecha a Nicolás y al Arena Garibaldi, para el 2-2 que parece un punto y ya está. en cuanto a promoción. Pero Pisa no está y la retoma en el 90′ con Mastinu, otro hombre desde el banquillo, que deja sin chance a Di Gregorio con un bonito zurdazo desde la frontal del área. Tres a dos para los anfitriones al final del tiempo reglamentario: vamos a la prórroga en virtud de la liga regular, con los dos equipos emparejados con 67 puntos al final del campeonato.
Uno-dos de la Serie A
–
El tira y afloja no se detiene. Al 96′ Monza vuelve a poner un pie en la Serie A gracias a un cabezazo de Marrone, que sorprende a la defensa toscana y cabecea el 3-3. Pisa no reacciona esta vez y el equipo de Stroppa vuelve a encontrar el póquer con Gytkjær, el hombre del destino, que aprovecha el error de Birindelli en la desconexión y, solo frente a Nicolás, no falla ni la pelota más pesada. La del 4-3. Es el gol que cierra los partidos y hace historia, es un gol que para Monza tiene sabor a A.
29 de mayo de 2022 (cambio 29 de mayo de 2022 | 23:53)
© REPRODUCCIÓN RESERVADA