No se trataría de un caso de abuso sexual, sino de toques y palabras no deseadas. El incidente ocurrió cuando una mujer visitó la abadía en septiembre del año pasado. Los forasteros pueden alojarse en una casa de huéspedes de la abadía hasta una semana para profundizar su vida religiosa. Luego viven durante una semana según las reglas de la abadía.
El implicado admitió los hechos y de inmediato se detuvo su guía espiritual. Actualmente, este hombre está siendo guiado por un terapeuta en los Países Bajos. La víctima decidió no presentar denuncia. El monje podrá eventualmente regresar a la abadía, pero según el abad, esto dependerá del tratamiento que reciba.