La razón por la que Poelmann sigue siendo tan poderoso en la empresa es que todas las decisiones deben tomarse por unanimidad. Eso hace que la buena gobernanza sea imposible ahora, argumenta Novamedia. Por lo tanto, los miembros de la junta y los directores de supervisión del grupo solo ven una salida: la intervención de la Cámara Empresarial.