La corredora de esquí Mikaela Shiffrin no ha encontrado ninguna respuesta incluso meses después de su pesadilla olímpica.
Fue considerada la gran favorita al oro en varias disciplinas de los esquiadores alpinos en los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing. Al final, sin embargo, Mikaela Shiffrin regresó a casa sin una sola medalla.
Simbólicas son las imágenes de los jóvenes de 27 años, que los muestran al borde de la pista tras retirarse de su disciplina favorita, el slalom. Shiffrin lloró amargas lágrimas de decepción, omnipresente el dolor de perder a su padre. “Realmente me gustaría llamarlo ahora mismo”, confesó.
Meses después de los amargos juegos de Beijing, Mikaela Shiffrin habló sobre sus sentimientos en una publicación para “La tribuna del jugadorLa muerte de su padre, quien cayó del techo mientras hacía trabajos manuales en la casa en febrero de 2020 y sucumbió a sus heridas, aún le pesa, pues Jeff Shiffrin siempre estuvo ahí para la deportista de invierno.
“Nunca estuve en casa durante diez años. Podría haber ido a una reunión familiar o dos en Navidad. Esquiar no era solo mi vida, era nuestra vida”, escribe. Su madre la acompañaba a todas las carreras, su padre se ocupaba de la organización del “Team Shiffrin” y siempre filmaba con su cámara.
Shiffrin: La montaña como lugar para respirar
Sin embargo, no puede decir realmente si el procesamiento interno está relacionado con el desempeño en China. “La gente siempre me pregunta, ‘¿Qué pasó en Beijing?’ “Quieres una respuesta. Y realmente no tengo una. Podría darte la respuesta mediática que siempre doy. Podría poner cara de valiente y decir algo general. Pero la verdad es que… no saber.”
Al final, se trata de “dos minutos de tu vida. Dos minutos, cualquier día. Estás bajando la montaña. Estás tratando de ir rápido. Estás tratando de no cometer errores. A veces ganas oro, como yo A veces fallas, como yo”.
Sin embargo, ella también tiene días en los que todo sale bien. “Giros perfectos. Técnica perfecta. Olvido el dolor. Recuerdo a mi padre desde lejos y cuando subo la montaña siento que es el único lugar donde realmente puedo respirar”.
Después del drama olímpico, Mikaela Shiffrin finalmente ganó la Copa del Mundo en general por cuarta vez, un éxito que realmente no pudo clasificar. “Cuando di la vuelta después de Pekín y gané el Mundial, la gente me decía: ‘Mikaela, ahora que estás mucho mejor…’ Nunca lo dije en voz alta, pero siempre pensé: ¿Soy yo? Nos equiparamos”. ganando con ‘está bien’ y fallando con ‘no está bien’. En verdad, no estoy ni bien ni mal”.