Ethan se había metido en una máquina de agarrar en un centro comercial en Capalaba, cerca de Brisbane, en el este de Australia, el sábado pasado. Las imágenes difundidas por la policía muestran cómo el niño mira tranquilamente entre los peluches cuando llegan los agentes, mientras sus padres están junto a la máquina.
Luego, los servicios de emergencia pidieron al niño que se sentara en un rincón de la máquina y se tapara los ojos. Luego rompieron una de las paredes de vidrio del dispositivo y sacaron al niño.
“Has ganado un premio, ¿cuál te gustaría?”, bromea uno de los agentes.