‘Letzte Gereration’ asegura en su web que el bar del hotel fue rociado con “pintura naranja de advertencia”. “Aquí el naranja es solo un color inocente que llena el cielo, en Nueva York es humo asfixiante, en Canadá un mar de llamas persistente. No podemos esperar a que la catástrofe climática finalmente amenace a los ricos y cambie su dirección”, escriben los activistas climáticos en Twitter.
El martes, los activistas ya habían rociado un avión privado en el aeropuerto de Sylt con pintura naranja para protestar contra el consumo excesivo de los ricos.
La policía dice que los activistas que mancharon el hotel tenían entre 19 y 63 años.