¿Quieres hacer un regalo de Navidad que no sea un par de calcetines, un gel de ducha o un frasco de perfume? Entonces Miranda podría tener algo que ofrecer en su tienda erótica de Den Bosch. También nota que su negocio está más ocupado en Navidad. «Los clientes a menudo no lo ponen debajo del árbol de Navidad, porque resulta extraño desembalar un vibrador delante de los suegros o de los hijos».
Juguetes sexuales, lubricantes, aceites de masaje, lencería sexy o shorts con purpurina para hombre: Miranda Viguurs lo tiene todo. «Son principalmente hombres adultos los que compran un regalo de Navidad para su mujer. Por ejemplo, un conjunto o un juguete sexy», afirma. Miranda cree que los regalos son menos adecuados para colocarlos debajo del árbol. «Pero, por ejemplo, debajo de la almohada en el dormitorio».
Cuanto más entras en la tienda, más pervertido se vuelve, según Miranda. En la segunda parte hay percheros llenos de ropa de látex y cuero para hombres y mujeres y en la tercera parte hay esposas y látigos. «A veces, sin duda, se prepara un látigo para Navidad».
«Sigue siendo emocionante entrar en nuestra tienda».
Miranda se da cuenta de que a los nuevos clientes les resulta emocionante comprar con ella: «Para algunos sigue siendo emocionante entrar en nuestra tienda, pero a menudo suspiran y dicen: ‘Oh, ¿es esto? No está tan mal'». No hay tanta actividad en Navidad como las perfumerías y las librerías, pero también observa que a los clientes les resulta cada vez más normal comprar regalos eróticos.
«No quieres saber lo que hace tu madre».
Miranda y su familia hablan muy abiertamente sobre su negocio y las cosas que vende allí. Pero nunca le ha dado un regalo de su tienda a su familia en Navidad. “No quieres saber qué están haciendo tu madre, tu hermano o tu hija en el dormitorio”, dice riendo. «Yo no me involucro en eso.»
