En el tercer día de su audiencia de apertura, los fiscales federales Paule Somers y Bernard Michel hablaron sobre los dos acusados que escaparon el 15 de marzo de 2016 durante la redada policial en Driesstraat en Vorst que mató a Mohamed Belkaid. Tras su detención el 18 de marzo, la célula terrorista decidió atacar más rápido de lo previsto.
Sus abogados siempre han sostenido que después de los ataques del 13 de noviembre de 2015, Ayari y Abdeslam se unieron a la célula terrorista de París en Bruselas y no sabían nada de los planes belgas. Sin embargo, el Ministerio Público (OM) no cree eso. Por ejemplo, los dos miembros de pleno derecho de la célula belga, cada uno con su propio papel: Abdeslam conocía bien Bélgica (al igual que Mohamed Abrini) y Ayari era una luchadora siria (al igual que Osama Krayem).
Ambos también se alojaron en distintas casas de seguridad, donde tenían acceso a las computadoras y donde, según otros imputados, se discutía abiertamente sobre los planes. Cuando Ayari y Abdeslam huyeron el 15 de marzo, también había material en Driesstraat para realizar ataques.
El hecho de que el 15 de marzo aún no estuviera completamente establecido el plan para llevar a cabo los atentados no significa que Abdeslam y Ayari no puedan ser coautores de un asesinato terrorista. Según el Ministerio Público, ambos brindaron una asistencia esencial en la preparación de los ataques: Abdeslam trajo a varias figuras esenciales a Bélgica y, lo que es más importante, ninguno de los dos hizo nada para detener los ataques después de su arresto. Al permanecer en silencio, cometieron un “acto activo”, dijo el fiscal Bernard Michel.