Ministerio Público exige pena de prisión para exdirector de institución de salud que se quedó dormido mientras fallecía su cliente

El exdirector del antiguo centro sanitario De Brink-Akker, de Wijster, de 55 años, ha sido condenado hoy a nueve meses de prisión, seis de los cuales de carácter condicional. El Ministerio Público (OM) la acusa de negligencia y de dejar abandonado a su suerte a un cliente, provocando la muerte del hombre.

La mujer de Emmen también está siendo procesada por «no organizar personal sanitario cualificado en el lugar durante la noche».

El incidente ocurrió hace seis años. Se dice que la víctima es vulnerable y acaba de salir del hospital. No podía valerse por sí mismo y, por tanto, tenía derecho a recibir atención las 24 horas.

La noche del 19 al 20 de enero de 2018 no recibió esa atención. No había personal en el edificio y el llamado refuerzo, algo que el director asumió esa noche, no funcionó.

El colega del turno de noche canceló y el director empezó a buscar un sustituto. Durante su búsqueda, se quedó dormida debido a sus problemas de sueño. Las llamadas del cliente quedaron sin respuesta.

La sospechosa admitió haber borrado el historial de llamadas de sus teléfonos y de la víctima presa del pánico. «De lo contrario, aquí las puertas estarán cerradas. Tengo que hacer algo», dijo durante el juicio.

Además de borrar el historial de llamadas y quedarse dormido, el Ministerio Público también culpa al director por no cambiar la política, pues en 2016 algo salió mal con la misma víctima.

El hombre permaneció cinco horas en la sala común con una cadera rota. Fue encontrado por un compañero cliente. Incluso entonces, no había supervisión ni atención las 24 horas.

Por tanto, la conclusión del OM es que el ex director no sólo es sospechoso como persona, sino que también se puede considerar responsable a la empresa. El Ministerio Público sí tuvo en cuenta circunstancias atenuantes.

Los implicados afirman que el sospechoso tenía un interés económico en la mala política, pero el Ministerio Público no quiere procesar al sospechoso por ello. Los testigos también calificaron la institución sanitaria como «un centro de fiesta para personas con problemas psicológicos».

Las investigaciones de la inspección también demostraron que durante mucho tiempo no había personal presente por la noche. «Esto resultó ser parte de operaciones comerciales regulares», dijo el Ministerio Público.

El juez dictará sentencia en dos semanas.



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