El molino de pólder de Wogmeer del año 1608 es uno de los más antiguos de la provincia de Holanda Septentrional. El molino sigue desempeñando un papel fundamental a la hora de ayudar al drenaje del pólder de Wogmeer, especialmente durante las fuertes lluvias.
La barrena de acero, un gran tornillo que eleva el agua, hizo su trabajo durante setenta años, pero ahora ya está hecho. “Sería estupendo que el molino pudiera volver a realizar su tarea. Ahora las palas giran, pero el sinfín no funciona y eso es una lástima”, afirma Kriek. “Un molinero quiere moler y luego disfruta”.
Y Kasper Gutter, de la Fundación De Westfriese Mills, está totalmente de acuerdo con esto. La fundación es propietaria de Molen Nieuw Leven y de otras catorce fábricas en Frisia occidental. La fundación está comprometida con la preservación de este patrimonio cultural y el mantenimiento de estos molinos en funcionamiento y molienda mediante una buena gestión y mantenimiento.
Pero la competencia por los Molenprijs es formidable. Otras tres fábricas también compiten por el premio principal de 75.000 euros. Los demás nominados reciben en euros el número de votos emitidos para su proyecto. “Todo Frisia Occidental y más allá puede ayudarnos. Ya hemos ganado dos veces antes, así que esperamos volver a tener éxito. Ayudemos a Nieuw Leven a tener una nueva vida”.
La primera votación la realizó esta mañana el teniente de alcalde Bart Krijnen de Koggenland (el texto continúa debajo del vídeo):