Milán se derrumba, el Udinese causa sensación en San Siro. Y el Inter se escapa

Un penalti de Pereyra en la segunda parte hace caer a los rossoneri, que ahora se encuentran a -6 del Inter. Para los friulanos una victoria merecida, un diablo muy feo espera ahora con ansiedad al PSG. Meazza silba

Francesco Pietrella

La lluvia que cae sobre San Siro arrasa incluso con las últimas certezas. El Milan cayó en casa ante el Udinese y se deslizó a -6 del Inter, saliendo bajo los pitos del estadio. El ejemplo de los problemas de los últimos tiempos es la oportunidad de Okafor a sólo un centímetro del gong. El suizo arponea el balón en el área, engaña al defensor con una finta y no dispara, desperdiciando la posibilidad del empate. Así que el Milan no marcó, no impactó y finalmente protestó, porque el Udinese pasó con un penalti de Pereyra en la segunda parte. Los friulanos levantan la muralla, explotan los flancos y Cioffi cierra el fuerte, obligando a Pioli a encontrar un espacio en los huecos muy estrechos. La retaguardia de la Juventus se cierra como un erizo y el Udinese consigue su primera victoria de la temporada.

las opciones

El primer relámpago llega de los árbitros: Theo sale, Florenzi juega. El francés ni siquiera acude al banquillo por una contusión en el tobillo. Mejor no correr riesgos ante el PSG. Pioli lanza un inédito 4-4-2 en delantera desequilibrante: Musah a la derecha, Leao a la izquierda, Jovic y Giroud al frente, en su primer partido como pareja. En el medio, Krunic y Reijnders. El Udinese responde con un 3-5-1-1 fortificado: Lucca y Thauvin en el banquillo, juegan Success y Pereyra, con Ebosele y Zemura en las bandas. El mediapunta es el habitual Samardzic, apoyado por Payero y Wallace. Antes del inicio del partido, todo el Milán posa con la camiseta de Kalulu, recién salido de la operación que le mantendrá de baja al menos cuatro meses.

no muy concreto

Los primeros 45 minutos del Milan son una especie de “me gustaría pero no puedo”. La maniobra es lenta, los intercambios predecibles, los lanzamientos largos más frecuentes y casi todos hacia Leao, dejado caer por la izquierda en el 4-4-2 (claramente un 4-2-4 en fase de ataque). La fotografía es “bola para Rafa y algo hace”. En realidad, no mucho: un derechazo a la grada después de una buena carrera, un bonito balón para Florenzi que casi marca el Eurogol (38′) y un par de balones por el centro tras las habituales ráfagas, aunque El primer anillo es del Udinese. En el minuto 9 Zemura se hunde por la izquierda, Florenzi barre mal y Pereyra dispara muy alto desde una decena de metros. El Milan tuvo dos oportunidades, ambas con disparos desde fuera neutralizados por Silvestri: la primera con Calabria (24′), la segunda con Musah (33′). El Udinese hizo lo que pudo con las dos armas a su disposición: la carrera de los extremos – aguda, rápida, física – y la creatividad de Samardzic, una especie de faro bajo la lluvia. El conocido discordante de los rossoneri, sin embargo, se llama Luka Jovic, que lleva 161 días sin marcar un gol. El serbio sólo tocó 14 balones en toda la primera parte, falló un par de pases sencillos, no logró entenderse con Giroud e incluso recibió algunos pitos. La sustitución en el entretiempo es inevitable.

goles de pereyra

La toma se abre con otro relámpago en un cielo ya oscuro, y esta vez es más molesto. Aburrimiento musculoso para Krunic, entra Adli (más Okafor en lugar de Jovic). Vigésima primera lesión de la temporada del Milan. Los rossoneri juegan, lo intentan con Reijnders, pero al final le pica al Udinese. En el minuto 60 Ebosele entra al área por la derecha, alcanza el balón y Adli lo pisotea: penalti (entre muchas dudas). Tras un breve control del VAR, el “Tucu” Pereyra, hasta ese momento falto de destellos, despistó a Maignan y marcó el primer gol de la temporada. En este momento Pioli baja la cabeza sobre el tablero y mueve las piezas: espacio para Loftus-Cheek – que regresa tras la parada – y Reijnders fuera, jugando el habitual partido a dos caras. Bueno a la hora de plantear las cosas, pero inconsistente de cara a la portería. Pioli también lanza a Romero, pero Silvestri se lleva los aplausos: en el minuto noventa bloquea un cabezazo de Giroud, luego repite lo mismo desviando a córner el disparo lejano de Florenzi. Milán ya no está. Cioffi, en cambio, sonríe tras su primer éxito tras su regreso al Udinese. Cuando ve a los rossoneri muestra sus garras: dos empates y un éxito en tres partidos. En su currículum también figura un empate 0-0 en San Siro cuando era jugador, vistiendo la camiseta del Torino. Por otro lado, sin embargo, decepciones y arrepentimientos. Dos derrotas y un empate en los últimos tres partidos del campeonato, dos goles a Maradona y ninguno entre Juve y Udinese. Pioli reflexiona bajo la lluvia. Necesitamos un punto de inflexión.





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