Los rossoneri apuntan a darle la vuelta al resultado en Londres: el partido con la Juve dio varios indicios, Pioli tiene listo el plan anti-Blues
11 de octubre
– Milanello (Varese)
El disco, como todo vinilo que se precie, tiene dos caras. Uno es el de siempre, resentido y desbordado, el que cuenta la distancia sideral entre el fútbol italiano y el inglés. Según lo cual, por tanto, no es de extrañar para la matanza azul de Stamford Bridge. El otro lado es el que registra Stefano Pioli, que lleva un tiempo repitiendo: “Si jugamos como sabemos, oa nuestro nivel, la Liga y la Champions no marcan la diferencia. Podemos ganar de la misma manera en ambos casos”. Nuestro “nivel”. Ya. En Londres, el AC Milan estaba muy por debajo. Con la Juve, cómodamente arriba. En comparación con la Liga de Campeones del año pasado, hay dos diferencias profundas para el Diablo. La primera es que se ha incrementado el conocimiento colectivo de la competición, así como el registro de rosas marca un año más. La segunda es que en los tres primeros partidos los rossoneri ya han sumado los mismos puntos con los que habían cerrado el grupo 2021-22. Hace un año, el Diablo estaba parado en la hoguera. Cita cero. Tres salidas, tres derrotas. Es por eso que el partido de mañana se vuelve crucial, al igual que es crucial entender cómo no solo detener al Chelsea, sino también lastimarlo. Tratemos de resumirlo en cinco razones.