Los rossoneri, transfigurados, ganaron merecidamente el Bernabéu con un gran partido desde todos los puntos de vista: es un equipo diferente. Goles de Thiaw, Vinicius, Morata y Reijnders. Leao no marca pero da espectáculo
Un gran Milan gana merecidamente en el Bernabéu, como ocurrió en 2009 con Pato como protagonista. Esta noche es decisivo Leao, nuevamente titular y protagonista de la acción del 2-1 y 3-1. Es un partido que huele a redención para el portugués, que ha vuelto a brillar como saben hacerlo las estrellas en los grandes escenarios. Sin embargo, es la actuación de todo el Diablo la que convence y permite a Fonseca, bajo la mirada del cardenal patrón, obtener un gran éxito en la clasificación de la Liga de Campeones, pero sobre todo en la moral. El diablo que tenía en mente el ex técnico del Lille puede haber florecido definitivamente en la capital española y está guiado de manera magistral por el súper Reijnders, un centrocampista total que construye, defiende y marca. Para Ancelotti, sin embargo, hay los primeros síntomas de la crisis porque sus estrellas Mbappé y Vinicius defienden poco y el equipo está desequilibrado, sobre todo mientras Modric está sobre el terreno de juego, falto de energía respecto al pasado.
diablo guapo
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Ancelotti apunta a un 4-4-2 con Valderde y Bellingham por fuera en el centro del campo más la dupla Vinicius-Mbappé en ataque. Fonseca responde relanzando a Leao entre los titulares, en el banquillo en los últimos tres partidos de la Serie A, pero sobre todo desplegando a Musah, capaz de transformar el 4-2-3-1 en la fase de posesión en un 5-2-3 cuando Los dueños atacan la casa. Empieza con el recuerdo de las víctimas del Valencia y la emoción es palpable, pero luego es un partido de verdad enseguida con la Real empujando y el Milan defendiendo sin renunciar a empezar de nuevo. Maignan responde a una falta de Modric, pero es el Diablo quien pasa con un saque de esquina ganado por Leao magistralmente sacado por Pulisic para la cabeza de Thiaw, que anticipa a Tchouameni. El Bernabéu está congelado y hace falta una parada de Lunin sobre Pulisic para evitar el 2-0. La reacción de los blancos, que defienden con el 4-4-2 y atacan con el 4-2-3-1, es furiosa: el disparo de Mbappé es bloqueado por Maignan, luego una ingenua intervención de Emerson Royal noquea a Vinicius en el área . El propio brasileño convirtió desde los once metros y a los veintitrés minutos el partido volvía a estar empatado, lamentando los rossoneri haber aguantado sólo unos diez minutos con la cabeza por delante. El partido estuvo fragmentado por las numerosas faltas, pero también vibrante porque el Milan no sólo miraba: hizo sufrir a los españoles en los saques de esquina y agradeció a Lunin por una gran reflexión en el disparo de Reijnders. A pesar de estar más fresco porque no jugó en Liga el fin de semana, el Madrid presiona sin ataduras, no deja a los rossoneri con ritmo, que aprovechan los huecos de la banda izquierda donde Leao está de buen humor por la tarde. . Es el portugués quien primero crea el caos y luego con un verdadero movimiento de delantero centro llama a Lunin para realizar una gran parada. Morata llega al rebote como un halcón y se libera tras seis partidos y más de un mes de abstinencia para el nuevo liderato del Diablo.
super leao
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Al inicio de la segunda parte Ancelotti entra en acción insertando a Camavinga y al ex Brahim Díaz por Tchouameni y Valverde. Este último paga las incursiones por la izquierda de Theo y Leao, pero la formación blanca sigue siendo la misma y el Milán no retrocede porque siempre tiene espacios. Rafa con un cabezazo a centro de Emerson Royal le negó el 3-1 a un gran Lunin, pero luego gestionó mal un par de contraataques que pudieron hacer daño a los blancos. Seguimos adelante sin pausas, con los equipos estirados (sobre todo el Madrid) y con Bellingham demostrando que ya no es el mismo de la temporada pasada disparando alto desde una excelente posición. El Milan no se rinde, intenta regatear y lo hace bien porque los blancos no son capaces de presionar con fuerza. Paradójicamente, los mayores peligros llegan cuando los de Fonseca pierden el balón y Mbappé dispara desviado desde buena posición. Leao, sin embargo, está por la noche y con una de sus jugadas vuelve a saltar sobre Vázquez y envía a Reijnders hacia la gloria. El Diablo se adelanta 3-1 y Ancelotti se lo juega todo con Rodrygo y García. El VAR anula el 2-3 de Rudiger por fuera de juego de Rodrygo, luego Maignan le dice no a Brahim Díaz. Ya está hecho: la noche madrileña se tiñe de rojo y negro y el Milán lo celebra merecidamente.
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