Los rossoneri vuelan con los niveles salariales más bajos entre los grandes italianos y los equipos que lideran los 5 principales campeonatos continentales
Ahora también tiemblan certezas metafóricas: ¿estamos seguros de que la mítica mosca blanca no presenta matices rojos y negros? Porque este Milan que vuela muy alto en el cielo de la Serie A y mantiene el rumbo recto en el Scudetto es un caso único en el panorama de los grandes jugadores, en nuestra casa y en Europa: ranking en mano, Pioli y su equipo están demostrando que ganar es posible incluso sin volverse loco. Por ejemplo, el gol de la victoria del Cagliari: hace tres años, Ismael Bennacer aterrizó en el Milanello procedente del Empoli que acababa de descender por 16 millones de euros, firmando un contrato de un millón y medio por temporada.