En el último mes y medio los rossoneri han ralentizado visiblemente, perdiendo varios puntos respecto a sus competidores por Europa. Y el cuarto puesto sigue siendo fundamental para los proyectos del club
Un “vaso lleno”. Así describió Pioli a su Milán a la boloñesa, señalando con el dedo una actuación en la que “el equipo sufrió poco y creó mucho”. El técnico rossoneri quizás se sobrepase en complacencia -los numerosos errores técnicos y los errores groseros de cara a la portería no pueden llenar del todo ese vaso-, pero en términos generales, considerando una maxi revolución en el once inicial nunca vista en Milanello, uno también puede ser d’ trato. con él.
Dificultades
—
El problema, en todo caso, es de orden general. Porque el calendario pierde cada día una hoja tras otra, los partidos se desplazan y se acerca el 4 de junio. En definitiva, para concluir el recorrido entre los cuatro primeros, puestos imprescindibles, ya no se puede refugiar en el “todavía queda mucho”. Todo lo contrario: solo faltan ocho etapas, tres de las cuales son ante Roma, Lazio y Juve (en la penúltima). Por eso, aunque el empate de Dall’Ara también trajo algunas consideraciones positivas, sigue siendo… precisamente un empate. El segundo consecutivo, pero las penurias del Diablo no son para nada recientes. El recorrido en la liga nos dice que en los últimos seis partidos -mes y medio- solo ha llegado una victoria. Sensacional como puede ser un cuatro a cero entregado en casa a los marcianos del Nápoles -de inmediato volvió a tierra considerando el doble delantero en Champions-, pero solo uno. Contra dos derrotas y tres empates. Y ante adversarios decididamente intrascendentes ante un equipo con el Scudetto en el pecho: Fiorentina, Salernitana, Udinese, Empoli, Bologna.
intento descarado
—
En pura teoría este debería haber sido el buen 3 en raya para afianzar su presencia entre los cuatro primeros y en cambio la única victoria llegó ante los que, paradójicamente, no estaban obligados. En el último periodo se ha dejado sentir una sensación bastante clara: un Milan que se juega all-in la actual Champions y pone en riesgo la de la próxima temporada. Ese fue y sigue siendo el objetivo principal para continuar con el círculo económico virtuoso. Los diez undécimos cambiados por Pioli en Bolonia -que se supone que también le han ido bien a la dirección- son una prueba contundente de ello. Pero mientras tanto el camino del Diablo en las últimas semanas es lento, reconfortado solo por el hecho de que algunos competidores directos hacen lo mismo. Sin más, solo quedan dos plazas más para la Champions, ya que la Lazio ha volado a +8 y el choque directo corre el riesgo de no ser del todo suficiente.
Escenarios
—
Por otro lado, la clasificación describe de forma exhaustiva la desaceleración. Tras la jornada 24, es decir, antes de jugar seis partidos con una sola victoria en el marcador, el Milan era segundo junto al Inter, +2 sobre Lazio, +3 sobre Roma, +6 sobre Atalanta y +12 sobre Juve. El Inter hace historia en sí mismo: cae con Monza, ahora se encuentran en -2. Por lo demás, ya hemos mencionado a Lazio en +8, mientras que Roma podría ir hoy +3, Atalanta en -2 y Juve en -6. Claro, este es el peor escenario posible y tal vez no se materialice, pero ayuda a entender la delicadeza de la situación en los Rossoneri. “Pagamos el doble de esfuerzo”, admitió honestamente Pioli al final de la carrera. La esperanza en Milanello es que los esfuerzos y las decisiones drásticas encuentren una respuesta el martes en Nápoles.
16 de abril de 2023 (cambio 16 de abril de 2023 | 10:34 a. m.)
© REPRODUCCIÓN RESERVADA