Mientras se produce un nuevo naufragio frente a las costas de Libia, continúa el enfrentamiento entre el gobierno y la mayoría, en particular sobre el quid de la eliminación de la protección especial para los vínculos familiares del solicitante de asilo. La solución, fuertemente deseada por la Liga, se insertó en el último momento en el decreto aprobado por el ejecutivo tras la tragedia de Steccato di Cutro. Por el momento, el ejecutivo no tiene intención de intervenir, pero debería dejar la palabra al parlamento, como parte del proceso de conversión parlamentaria de la medida. Un juego que podría abrirse el miércoles 15 de marzo, cuando la medida será asignada a la Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado. Hermanos de Italia y la Liga se orientarían a revisar la norma.
El tira y afloja en la mayoría sobre los permisos de residencia
Un tira y afloja de los permisos de residencia íntegramente dentro del gobierno, que se desarrolla en jornadas caracterizadas por un fuerte incremento de los desembarcos, y un consecuente impacto en el sistema de acogida. 250 migrantes ya han sido trasladados al puerto de Lampedusa desde el punto de acceso en el distrito de Imbriacola, que actualmente alberga a unas 2.400 personas. Hay tres rutas utilizadas para llegar a las costas italianas: desde Turquía, Libia y Túnez. El jueves 9 de marzo desembarcaron en Italia 1.869 personas. Según la última encuesta, solo en marzo hubo 3.165 llegadas. El escenario que se plantea es el de un mayor crecimiento de los caudales en primavera y verano. Esta mañana en el Palazzo Chigi, según los informes, se realizó una reunión sobre el tema de los migrantes entre la primera ministra Giorgia Meloni, el ministro del Interior Matteo Piantedosi, el ministro de Defensa Guido Crosetto y los jefes de los Servicios Secretos.
La presión de Italia sobre la UE
Por lo tanto, este escenario alarmante está detrás de la preocupación que anima la presión de la primera ministra Giorgia Meloni sobre la Unión Europea para abordar el tema de la migración con urgencia. Si la financiación prometida no llega pronto (1.900 millones de dólares del FMI, 500 millones de euros de la UE y de varios países, incluidos 110 millones de Italia), la situación estallará y el miedo del ejecutivo acompañado de la esperanza de que Europa refuerce el patrullaje en el Mediterráneo (además de la ruta central y la turca, también preocupa la libanesa) y preste mayor atención a los hotspots de África y Oriente Medio.
Prioridad: aplicar las decisiones del Consejo Europeo de febrero
De ahí que, como subrayó Palazzo Chigi, el hecho de que “la implementación de lo que se decidió en el Consejo Europeo de febrero” sea “aún más urgente”. El Gobierno agradeció las palabras del presidente del Consejo de la UE Charles Michel en la carta al presidente del Gobierno tras la tragedia de Cutro. Un intercambio epistolar que siguió al que mantuvo con la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, en la semana del acuerdo bilateral con el primer ministro holandés Mark Rutte, desde el que Meloni se mostró abierto a abordar juntas las migraciones primarias y secundarias.
La hipótesis de modificar el Bossi-Fini
Ni hablar de la consideración de Alfredo Mantovano, el subsecretario que expresa el área más moderada, sobre la necesidad de cambiar el Bossi-Fini. “A estas alturas se ha convertido en una ley arlequín – explicó -. Habrá que hacer algo nuevo, pero con calma y de forma articulada». Palabras que no prefiguran una intervención inmediata. El texto consolidado sobre inmigración es el mensaje que sale de fuentes gubernamentales, se puede revisar pero llevará tiempo.