Migrantes, el Papa en Marsella: «Espero tener el coraje de decir todo lo que quiero decir»


Es «una crueldad, una terrible falta de humanidad»: así comentó el Papa a los periodistas que volaban a Marsella sobre la situación que está provocando numerosos desembarcos de inmigrantes en Lampedusa y otras zonas de aterrizaje. «Los mantienen en campos de concentración libios y luego los arrojan al mar», añadió el Pontífice mirando la foto de una madre migrante con su hijo. En Marsella «espero tener el coraje de decir todo lo que quiero decir».

«Abrimos las puertas de iglesias y rectorías»

El Papa invita a la Iglesia de Marsella a abrir sus puertas y sus corazones a los necesitados. «Estamos obligados a rebajarnos, a sentir compasión. Abramos las puertas de las iglesias y rectorías, pero sobre todo las del corazón, para mostrar el rostro de nuestro Señor a través de nuestra mansedumbre, bondad y hospitalidad. Quien se acerca a vosotros no encuentra distancias ni juicios, encuentra el testimonio de una alegría humilde, más fecunda que cualquier capacidad ostentosa. Que los heridos de la vida encuentren en tu mirada un refugio seguro, un aliento en tu abrazo, una caricia en tus manos, capaz de secar las lágrimas. Incluso en las numerosas ocupaciones de cada día, no dejéis que falte el calor de la mirada paternal y materna de Dios», concluyó el Papa en la basílica de Notre Dame de la Garde.

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