MiG-29 no cambia las reglas del juego, pero Ucrania puede usarlo contra los rusos

¿Cuál es la importancia de la decisión de Polonia y Eslovaquia?

Después de un año de interminables discusiones sobre si Occidente debería acudir en ayuda de la fuerza aérea ucraniana y cómo, finalmente se ha tomado la decisión. Un día después de que Polonia decidiera enviar cuatro MiG-29, posiblemente seguidos por diez o veinte más, Eslovaquia siguió el viernes. «Las promesas deben cumplirse», tuiteó el primer ministro eslovaco, Eduard Helger, después de la decisión de entregar 13 MiG-29 a Kiev.

Ambos países esperan que aún más países de la OTAN sigan su ejemplo. Después de todo, los estados miembros tienen suficientes aviones de combate, mucho más modernos que el MiG-29: desde F-16 y Eurofighters hasta Mirages y Gripens. Pero debido a que Estados Unidos se opuso a enviar aviones de combate desde el principio, en parte por temor a una escalada y a que Moscú lo consideraría una provocación, el apoyo aéreo nunca despegó. Washington rápidamente torpedeó una propuesta de Varsovia para entregar MiG polacos a Kiev inmediatamente después de la invasión.

¿Qué tipo de avión es el MiG-29?

La gran ventaja de la decisión polaca/eslovaca es que la fuerza aérea ucraniana ya tiene este caza de fabricación rusa. No es necesario un largo entrenamiento. Por lo tanto, los MiG pueden desplegarse directamente en el campo de batalla. El MiG-29 Fulcrum entró en servicio en Rusia a principios de la década de 1980 y era entonces uno de los aviones rusos más modernos.

Moscú lo vio como la contraparte del F-16. Pero quedó claro en 1999 que el avión no podía competir con el F-16. Durante la guerra de Kosovo, el piloto holandés del F-16 Peter Tankink derribó fácilmente un MiG-29 serbio con el preciso misil Amraam desde unos veinte kilómetros de distancia. Otros dos MiG fueron destruidos por colegas estadounidenses. El dispositivo ha sido desplegado por los rusos en Siria en los últimos años.

¿Qué queda de la Fuerza Aérea de Ucrania?

Antes de la invasión, los ucranianos tenían alrededor de un centenar de aviones operativos, incluidos unos cuarenta MiG-29. Después de siete meses de guerra, el comandante de la Fuerza Aérea de los EE. UU. en Europa, el general James Hecker, estimó que quedaba el 80 por ciento de esto. Se estima que Kiev todavía tiene entre unas pocas docenas y unos cincuenta cazabombarderos MiG-29, Su-27 y Su-24 y Su-25.

El hecho de que la fuerza aérea siga viva se debe a que los rusos no se atreven a entrar en el espacio aéreo ucraniano. Debido a que Moscú no ha logrado destruir las defensas aéreas de Ucrania, los rusos no se aventuran a bombardear las bases aéreas a gran escala. Como resultado, los aviones ucranianos están regularmente en el aire para atacar a los rusos.

«Trabajo en equipo de nuestros pilotos MiG-29», tuiteó la fuerza aérea la semana pasada con un video de dos MiG que pudieron llevar a cabo una misión sin ser molestados. Los pilotos de caza deben tener cuidado de no ser derribados por el peligroso sistema antiaéreo S-400. Esto permite a los rusos disparar aviones de combate desde el aire hasta 400 kilómetros de distancia. Volando bajo, los pilotos intentan evitar las baterías rusas.