La vela se quema. La luz brilla a través del alambre de púas en la sala de estar, sobre una gran mesa de madera. La luz de la esperanza, dice Leny van den Belt. Apeldoornse, de 80 años, ha estado haciendo campaña para Amnistía Internacional durante décadas. Y funciona, dice, como demuestra el caso del conocido bloguero saudita Raïf Badawi. “La más pequeña forma de atención ya es un signo de esperanza”.