Oliver Kahn también escribió su nombre en los libros de historia de la Bundesliga con ataques físicos a uno o dos oponentes. Una de sus “víctimas” fue Thomas Brdaric, que en 2002 tuvo que soportar el tan discutido agarre en el cuello de la leyenda del portero del Bayern. El exprofesional ahora lamenta haber hablado en aquel entonces de “miedo a la muerte”.