Goteras en el techo de la sala de reuniones, vestuarios obsoletos en el pabellón deportivo, marcos de ventanas podridos, aislamiento deficiente y, sobre todo, muy poco espacio. La casa de pueblo De Eekhof en Ekehaar ha vivido sus mejores días. Por eso ahora existe un plan para una importante reforma del ayuntamiento, además de una ampliación. “Estamos entusiasmados. Sería genial si pudiéramos abrir el Eekhof 2.0 a finales del próximo año.”
El edificio de Oal Diek en el pueblo tiene más de cincuenta años. “El edificio tiene esa apariencia por todos lados”, afirma Marleen Eerland, secretaria de De Eekhof. Evert Smeenge, en nombre del grupo de trabajo que está desarrollando los nuevos planes: “Realmente es hora de algo nuevo, en eso estamos de acuerdo aquí en Broekstreek. No sólo todo está anticuado, sino que además se ha quedado pequeño. Nosotros Tenemos una vida asociativa muy activa aquí en los pueblos, pero tenemos un espacio limitado”.
Por eso, desde hace algún tiempo junto al edificio se encuentra un contenedor de transporte destinado, entre otras cosas, al almacenamiento de muebles y atributos de la asociación de teatro. El gimnasio existente, que también funciona como sala de teatro, es demasiado pequeño. Smeenge: “Queremos elevar, alargar y ampliar esta sala. Así que, básicamente, volarla por todos lados”.
Para que De Eekhof esté preparado para el futuro, es necesario hacer algo. Un nuevo plan a este respecto lleva ya algún tiempo sobre la mesa, pero ahora también es financieramente viable. Recientemente se supo que el municipio de Aa en Hunze quiere reservar para ello 500.000 euros dentro del presupuesto municipal. Eerland: “Es una buena noticia para nosotros, porque ahora podemos llevar nuestro proyecto al agricultor y solicitar más fondos”.
La intención es que De Eekhof experimente una verdadera metamorfosis. En la parte delantera del edificio, donde actualmente se encuentra un aparcamiento, se construirá una gran ampliación moderna, con muchas paredes de cristal. Luego, el estacionamiento se traslada al costado del edificio.
“Considérela sobre todo como una sala de estar muy accesible, un espacio de reunión donde habrá mucho que hacer”, afirma Eerland. “Un espacio que también invita a venir aquí; sobre todo queremos irradiar apertura. Ahora vemos que muchas personas de diferentes asociaciones conviven entre sí. Queremos que el encuentro sea un lugar mucho mejor, para jóvenes y mayores”.
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