Messi y… los Martínez arrastran a Argentina a semifinales: Holanda queda eliminada en los penaltis

La Pulce anotó su décimo gol en una fase final del Mundial de penalti e igualó a Batistuta, pero el doblete de Weghorst en el minuto 111 aplazó la alegría de la Albiceleste. En los penaltis paradas decisivas de Emiliano y glacial Lautaro con el penalti decisivo. Scaloni desafiará a Croacia el martes

Leo Messi y los Martínez (Emiliano y Lautaro) arrastraron a Argentina a semifinales. Un gol, una asistencia y uno de los penales convertidos en la serie final para el campeón rosarino; dos penaltis neutralizados para el portero del Aston Villa, mientras que Toro puso el signo de exclamación en el último lanzamiento desde el punto de penalti. ¡Qué frío! La Selección se enfrentará el martes a Croacia, que salió victoriosa del cuarto con Brasil, pero para el técnico Scaloni fue un dolor. Como ya había sucedido en los octavos de final contra Australia, Argentina se puso 2-0 arriba (gol de apertura de Molina tras una suntuosa asistencia de Messi, y luego doblar la estrella del PSG desde el punto de penalti), pero no pudo. Así permitió que los oranjes empataran con un doblete de Weghorst que encontró el 2-2 en el minuto 111. Partido nervioso con 48 faltas y 18 tarjetas amarillas (2 para Dumfries, expulsado tras el partido): por momentos fue una corrida que no dirigió bien el colegiado Lahoz. El epílogo en los penaltis con la Albiceleste en triunfo como en la semifinal del Mundial de Brasil 2014.

PEQUEÑA HOLANDA

La primera parte fue muy táctica, con ritmo bajo y contramedidas preparadas en ambos frentes para limitar a los rivales. Afrontémoslo honestamente: no fue un manifiesto de fútbol hermoso. Salvo la acción de Argentina 1-0, gol firmado por Molina, pero embalado por Messi. El siete veces ganador del Balón de Oro, siempre doble o triple, se liberó y, mirando para otro lado, «embocó» perfectamente para el ex extremo del Udinese, rápido para marcar su primer gol con la Selección. El fuerte de Van Gaal estalló tras el 35′ de equilibrio en el que los oranjes se habían defendido con líneas compactas y habían concedido poco a los biancocelesti gracias a la férrea marca de Gakpo sobre el director Enzo Fernández. Scaloni había decidido «respetar» a Holanda y, como sucedió en la segunda parte ante Australia, había renunciado a un delantero (Papu Gómez) para apostar por un 3-5-2: no quería verse expuesto en frente a las incursiones de Gakpo ya la velocidad de Depay y Bergwijn. Acertada elección porque en los primeros 45 minutos Holanda nunca acabó en el espejo defendido por Emiliano Martínez. Todo ello a pesar de que los holandeses habían tenido más posesión de balón (57%): los problemas de Van Gaal eran la lentísima circulación y la dificultad para atacar en profundidad. Jugando así, no tenía posibilidades de pasar.

WEGHORST DE BASE ÚNICA

En el arranque de la segunda parte, el técnico oranje cambió a dos hombres, Berghuis por Bergwijn y Koopmeiners por De Roon, pero no la forma y la actitud táctica: Holanda siguió jugando el partido sin por ello subir el ritmo ni ser peligrosa. Así, fue Messi el que estuvo cerca de marcar en un lanzamiento de falta, que remató por encima del larguero. Van Gaal decidió arriesgar más insertando a Luuk De Jong en lugar del lesionado Blind y cambiando a un 4-2-3-1, pero fue Argentina quien anotó, esta vez de penal ganado por Acuña (falta ingenua de Dumfries) y transformado por Messi. Van Dijk y sus compañeros estaban contra las cuerdas, pero su entrenador encontró la chispa para reabrir el partido enviando a Weghorst al campo y cambiando por completo su actitud táctica. El delantero centro del Besiktas, con su formación toda delantera desequilibrada, encontró el 1-2 con un cabezazo y luego, cuando ya habían pasado los 10 minutos de tiempo añadido, el 2-2 con una bonita trama de falta. Argentina congelada y forzada a la prórroga cuando pensaba que tenía la semifinal en la mano.

MUCHA ARGENTINA

La Selección, conmocionada y nerviosa por la remontada sufrida, arrancó la prórroga como un diésel y fue ayudada por una Holanda menos inescrupulosa que en el asalto con el que había encontrado el 2-2. Scaloni tiró a Di María no arriba a la refriega y Toro (dos veces), Enzo Fernández (un poste y un tiro raso) y Messi estuvieron cerca del 3-2. Luego los penaltis con el triunfo de la Albiceleste gracias al gol decisivo del Interista Lautaro.



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