Meloni, el premio recibido por Musk y el acercamiento con Trump

Giorgia Meloni el lunes 23 de octubre recibirá en Nueva York los premios Global Citizen Awards del Atlantic Council. Es uno de los dos premios que otorga cada año el prestigioso grupo de expertos estadounidense fundado en 1961 a «líderes de todo el mundo que han realizado contribuciones excepcionales y distintivas al fortalecimiento de las relaciones transatlánticas». le será entregado Elon Muskel multimillonario estadounidense propietario de X y Tesla entre los principales patrocinadores de Donald Trump.

Meloni y el acercamiento con Trump

La relación entre Musk y el líder de derecha se prolonga desde hace algún tiempo. En junio del año pasado lo recibió en el Palazzo Chigi y seis meses después el señor Por lo tanto, no debería sorprender demasiado que fuera el Primer Ministro italiano quien presionó para que Musk estuviera presente en su ceremonia de premiación. Una elección que, a poco más de un mes de las elecciones estadounidenses, sólo puede verse como un intento de acercamiento a Trump. Una medida que ciertamente no pasa desapercibida hoy en la Casa Blanca liderada por los demócratas.

Competencia dentro de la derecha

En estos dos años de gobierno Meloni se ha distinguido por buena relacion construido con la administración liderada por joe biden. Pero ahora siente la necesidad de distanciarse de la imagen del beso con el que el presidente estadounidense la saludó en marzo al final del cara a cara en el Despacho Oval. También para evitar ser superado por Mateo Salvini. Su viceprimer ministro y líder de la Liga, que nunca ha dejado de apoyar al magnate estadounidense, saldría más que fortalecido en caso de victoria de Trump.

El activismo de Orban

También se aplica a Víctor Orbánel primer ministro húngaro aliado de la Liga Norte (en el Parlamento Europeo están en el mismo grupo) pero que siempre se ha declarado amigo también de Meloni. Ese Orban que, nada más asumir la presidencia de la UE el pasado 1 de julio, sin ningún mandato de los 27, voló primero a Kiev para ver a Volodymyr Zelensky y luego, tres días después, fue a Moscú para Vladímir Putiny 48 horas después voló a Beijing desde Xi Jinpingconcluyendo su misión diplomática en Florida por la salida prematura de Trump de la cumbre de la OTAN en Washington. El objetivo es claro: convertirse en el interlocutor en Europa del posible futuro presidente estadounidense, empezando por la reconstrucción de una relación con Putin en evidente desventaja para Ucrania, cuyo apoyo sigue ejerciendo con sus vetos. En definitiva, se trata de una competición enteramente de derechas en la que, sin embargo, Meloni es el que tiene más dificultades.

La prudencia de Meloni hacia Kamala Harris

Su papel como primera ministra exige prudencia, o más bien equilibrio, dado que no puede arriesgarse a comprometer la relación con el futuro ocupante de la Casa Blanca si éste fuera Kamala Harris para obtener la victoria. Y luego, en las últimas semanas, se están decidiendo las nuevas estructuras gubernamentales en Bruselas y Úrsula von der Leyen (y el PPE) dieron amplio crédito al candidato del gobierno italiano Raffaele Fitto para una de las vicepresidencias ejecutivas a pesar del «no» de los socialistas y liberales que reprochan al ejecutivo dirigido por Meloni coquetear con la extrema derecha soberanista ( de Salvini, Orban y Le Pen) que votaron estos últimos días en contra de la resolución para mantener el apoyo a Ucrania.



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