El viejo amor no se oxida. Pero más de treinta años después del intenso enamoramiento, el reencuentro con Pixies, la llama del pasado, produce sentimientos encontrados.
Por supuesto, es genial que la banda estadounidense finalmente haya subido al escenario en Groningen el viernes. Durante el apogeo no sucedió, allá por 1990 explotó la popularidad del influyente grupo del que estaba enamorada toda la Holanda alternativa. Gracias a discos como Surfer Rosa y Doolittle, clásicos que cambiaron el panorama del indie pop para siempre.
Héroe en la lavandería de Groningen
Esperar que el amor de la infancia pudiera causar tanta impresión como lo hizo en Vredenburg en Utrecht no fue una buena idea de antemano. Y, sin embargo, el corazón latía con anticipación, en contra de un mejor juicio. Incluso la foto que Black Francis publicó en Twitter alimentó aún más el fuego. Siempre es agradable ver a un héroe lavando la ropa en una lavandería automática de Groningen en su día libre.
Caprichoso
El frontman siempre ha sido caprichoso. El cantante/guitarrista de 57 años ciertamente tampoco complació en De Oosterpoort. Sin palabras para la audiencia, los Pixies se abrieron paso a través de un set de dos horas. Esos cuarenta y cincuenta estaban dispuestos, pero Black Francis dejó que su música hablara por sí misma y no hizo más intentos entusiastas de llevarlos en su viaje inimitable.
El hecho de que el set list sea diferente cada noche favorece a la banda. Puede mantener la tensión y evitar que el final de un espectáculo sea demasiado rutinario. También puede salir mal porque la selección espontánea de la extensa obra es desafortunada. Eso pasó.
no inmersivo
Después de un comienzo prometedor con, entre otros Degradador las cosas colapsaron peligrosamente después de veinte minutos más o menos. Sí bien, De frente de T Hola Jesús y María Cadena , pero la cantidad de trabajo más nuevo le quitó impulso. Hits de antaño como Máquina de hueso , Aquí viene tu hombre , planeta de sonido y el David Bowie cubrió Cactus llegó, pero torpemente dosificado para que el concierto no fuera convincente.
Sombra de sí mismo
En sí mismo es digno de elogio que Pixies no haya tomado el camino fácil desde la partida del bajista Kim Deal. Y aunque el álbum más reciente, Doggerel, es bueno, el material de la segunda etapa, desde 2014, no coincide con las melodías pop doradas del apogeo. Menos dinámico, menos furioso, menos testarudo. Y que estas sean precisamente las cualidades con las que Pixies se distinguió y se elevó a grandes alturas. Sin la locura brillante e intrigante, Pixies es una banda bastante madura que es solo una sombra de sí mismos en plena forma.
duendecillos
Evento : concierto Pixies, precedido por Wunderhorse.
Ocupación : Black Francis (voz/guitarra), Joey Santiago (guitarra), Paz Lenchantin (bajo/voz) y David Lovering (batería).
Visto : 3/3, Oosterpoort, Groningen.
Audiencia : 1.850 (agotado).
★★★☆☆