Medvedev, qué batalla con Zverev. Se tuerce el tobillo y luego gana en la remontada.

Sascha gana el primer set en el desempate, el ruso se asusta porque la cancha es demasiado lenta, se lastima y finalmente gana en una remontada llegando a los cuartos de final.

Sascha Zverev y Daniil Medvedev estaban empatados 6-6 en la rivalidad que los había enfrentado desde 2016 hasta el presente. El equilibrio se rompió en los octavos de final de Indian Wells y volvió a ser una gran batalla. Entre un lamento, una provocación y una polémica, puntos de partido anulados e intercambios de break y contrabreak en el tercero, Daniil se impuso en el tercer set tras más de tres horas por 6-7, 7-6, 7-5 en 3 horas y 17.

La buena noticia es que el alemán, que sufrió una terrible lesión en el tobillo en la semifinal de Roland Garros 2022 ante Nadal, está cada vez más cerca de lo que era, aunque solo anotó dos de los 17 puntos de quiebre disponibles. La operación de rotura de ligamentos en París lo había parado durante tres meses, y las prisas por volver a tiempo para el US Open le habían provocado un edema óseo que lo detuvo hasta el final de la temporada. Ahora Sascha, que tiene en su equipo a un atento y experto preparador físico como Dalibor Sirola (ex de Jannik Sinner) pelea a gran ritmo, se mueve bien y hasta logra anular un punto de partido y contraatacar a Medvedev para volver al 5-5 en el tercer conjunto. Lástima que acto seguido vuelve al ruso que cierra por 17º triunfo consecutivo, la llegada a cuartos de final y el desafío ante Davidovich Fokina que derrotó a Garín en los otros octavos de final.

el show de daniel

El espectáculo, más que el juego, lo dio el ex número 1 del mundo como siempre, en polémica desde el inicio del torneo contra el campo, demasiado lento a su juicio. Efectivamente es lento, pero no tanto como para justificar las constantes demostraciones con el árbitro: “En tu opinión, ¿es esta una superficie rápida? No, no lo es. Sabes, soy un especialista y te aseguro que este curso no es rápido”. Y luego siguió chorreando contra la cancha bajo la mirada resignada de Zverev recién ganado el primer set: “Es una pena que nos dejen jugar aquí arriba, es una vergüenza absoluta. Esta cancha es una vergüenza”. En el segundo set, sin embargo, el ruso se torció el tobillo derecho lo que mantuvo al público en vilo e hizo temblar a Zverev, recordando el incidente en París: “En este momento no parecía nada grave -dijo Medvedev-, luego yo Sentí un dolor agudo al ponerme de pie, pero con el vendaje mejoró, no me imaginaba: me costaba caminar, cojeaba, pero podía correr, no estaba fingiendo, lo juro. El momento más duro es cuando me rompió el 5-4, tenía miedo de tener que jugar otro tie break. Fue una buena batalla: por algo estábamos 6-6 hasta ayer”.



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