Goles de Solari y Medina: 1-1 en el derbi porteño. Otra mala noche para el Matador, sustituido mediada la segunda parte. Incidencias previas al partido
El Superclásico de Buenos Aires termina en empate luego de un primer tiempo dominado por River y un final con tintes Xeneize. Todos los goles que decidieron el empate 1-1 para el Monumental llegaron en la segunda parte, tras un golpe en el poste del ex jugador nerazzurri Facundo Colidio, mediada la primera parte. Solari engaña a los millonarios, Medina restablece el equilibrio tras sustituir a Cavani, protagonista de otra prueba para olvidar.
clima superclásico
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El súper desafío del Monumental llega en la séptima jornada del campeonato, cuando la victoria cuenta aún más para el honor que para el ranking. Bien lo saben quienes, como Juan Román Riquelme, viven su primer Superclásico como presidente después de jugar tantas veces (y decisivamente) con el ’10’ de Boca a las espaldas. De ahí la decisión de acompañar al equipo en el camino hacia el Monumental, encima de la tradicional caravana de hinchas que “escoltaron” a los jugadores hasta unas cuadras del estadio de River. Una vez dentro, la marea rojiblanca de 85 mil hinchas empujó a los Millonarios, no sin algunos incidentes en los accesos pese a la ausencia de los hinchas visitantes. La culpa fue de un puñado de aficionados que intentaron acceder al estadio sin la entrada adecuada, lo que provocó una carga de la policía con porras y balas de goma. Tres personas resultaron levemente magulladas al final de los disturbios, que se produjeron aproximadamente una hora antes del inicio del partido.
fracaso cavani
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Sobre el césped, 97′ de mucha intensidad, emociones y unos tiros prohibidos que nunca se pueden fallar. Sobre todo fue River quien jugó el partido, que Demichelis montó con un 4-2-3-1 ofensivo formado por el niño prodigio Echeverri y el ex jugador del Inter Colidio. Boca, en cambio, piensa primero en no sacarlos, muchas veces jugando de saque de banda. Sin redención para Cavani, el más esperado de la víspera: el Matador también pierde la gran oportunidad de abrirse paso tras los primeros seis meses a la sombra al pie del Obelisco y, esta vez también, se topa con una prueba incolora , sin oportunidades reseñables y con evidentes signos de nerviosismo, incluido un “cortés” codazo del árbitro y del VAR sobre Díaz al final de la primera parte. El partido del uruguayo, sustituido por el “pibe” Langoni, terminó tras el 65′ y una tensa discusión con el árbitro por una falta no sancionada. Por lo demás, cero tiros hacia la portería de Armani y muchas pérdidas de balón.
pregunta y respuesta
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Entre los muchos talentos de la primera, gran examen final, ningún ascenso con máxima puntuación salvo Medina, autor del empate del Xeneize. Dispar fue la actuación del “Diablito” Echeverri, un equilibrista de 18 años que volará a Girona a finales de año gracias a la dirección del City. La actuación de Equi Fernández tampoco tuvo grandes notas altas, capaz de dictar el tempo sólo en destellos. Dicho esto, las mejores oportunidades de gol son millonarias, empezando por el poste completo que pilló el ex jugador nerazzurri Colidio al minuto 24 de juego: el sombrero para fallar el marcador directo y el lateral derecho de primera intención de un posición central merecía un premio mucho mejor. La jugada que rompe el equilibrio llega en el minuto 5 del segundo tiempo, cuando un lanzamiento largo desde atrás le permite a Solari sorprender en velocidad a los dos centrales del Xeneize para luego sancionar a Romero tras un despeje corto. Pero Boca supo aprovechar la única oportunidad clara en una hora de juego gracias a la frialdad de Medina, que acertó en colocarla tras un duro barrido de la defensa local. Luego llegaron los golpes finales, con la gran parada de Romero al cabezazo del recién llegado Borja y las dos emociones en el área de Millonaria generadas por un Blanco poseído por la izquierda. La emoción final la da Mastantuono, otro talento de la academia millonaria, que sin embargo dispara alto desde unos pocos metros tras un lanzamiento de más de 30 metros. Termina así, con un sabor amargo en la boca de River y un punto cada uno que no contenta a nadie.
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